El 2019 cierra con un sabor amargo para los empleados públicos de la provincia de Santa Fe. Es que a primera hora del último día del año, el ministerio de Economía dio a conocer el cronograma oficial de pago de haberes en el que anuncia varios días de retraso respecto de las fechas usuales de cobro. Se trata del primer esquema de pago de salarios de la gestión peronista que encabeza Omar Perotti, y que llegó acompañado de declaraciones del titular de la cartera Walter Agosto, sobre la inviabilidad de la cláusula gatillo.
La reacción de los gremios no tardó en llegar. Los grupos de Whatsapp que agrupan a los delegados de los distintos sindicatos estallaron cuando vieron el calendario propuesto. Los reclamos de las bases por las consecuencias de no pagar a tiempo alquileres, tarjetas de créditos, impuestos y las cuentas en general hicieron mella. La decisión gubernamental implica que el grupo más grande, que nuclea al 52% de los agentes activos y que perciben un monto de bolsillo de hasta 24 mil pesos, en su mayoría asistentes escolares, sufrirán un retraso de cuatro días. La espera se extiende hasta 10 días, a medida que el sueldo se incrementa.
Los primeros que salieron a hacer público el rechazo fueron los representantes de la Asociación de Magisterio (Amsafe) La Capital y luego se sumaron los de la delegación provincial: “Expresamos nuestro más enérgico reclamo”, postearon en las redes sociales y exigieron a las autoridades que, más allá de que se haya decretado el cierre de la administración pública durante el mes de enero, “se haga una revisión urgente del cronograma de cobro”, ya que “excede ampliamente lo señalado por la Ley en cuanto al pago de haberes dentro de los primeros cinco días hábiles de cada mes”.
A los pocos minutos, el gremio que representa a los docentes privados también hizo público su posicionamiento. “Hemos sido postergados injustamente en el cobro del mes de diciembre. No podemos menos que elevar nuestra queja ante las autoridades de este nuevo gobierno, porque esta postergación no condice ni coincide con los loables objetivos enunciados al inicio de la gestión”, escribió el dirigente santafesino del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) Pedro Bayúgar, y anunció que el jueves 2 de enero, a las 18.30, se reunirán con la ministra de Educación, Adriana Cantero, y el secretario de Educación, Víctor Debloc.
Walter Agosto, ministro de Economía.
Entre los docentes de las escuelas privadas, el enojo es aún mayor porque el esquema también establece una diferencia de plazos con los docentes de las escuelas públicas. “Un trabajador que en diciembre cobró el día 5, en enero recién va a cobrar el día 13”, ejemplificaron el caso de los trabajadores de las Escuelas Privadas Históricas, que son las que desde su origen recibieron porcentajes del Estado para pagar los sueldos. Por su parte, desde Unión del Personal Civil de la Nación, (UPCN), plantearon “preocupación y molestia” por la medida y solicitaron la reprogramación del calendario impositivo, que el gobierno provincial gestione ente el Banco de Santa Fe los vencimientos de tarjetas y otros servicios que brinda la entidad financiera y desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) informaron que representantes del Consejo Directivo Provincial mantuvieron contacto con el poder Ejecutivo de la Provincia y solicitaron se adelanten los últimos turnos establecidos.
Desde el gobierno provincial, los argumentos de la decisión apuntaron a marcarle la cancha a la posición frentista en la cámara de Diputados: sin las leyes de emergencia y tributaria no pueden respetar el cronograma de pagos que venía trayendo la provincia. Así lo adelantaba el lunes el vocero Leonardo Ricciardino por Aire de Santa Fe: “En medio de un debate legislativo de la Ley de Emergencia Económica, el poder Ejecutivo no sabe si va a contar con las herramientas correspondientes para afrontar la crisis”.
Como anticipó Letra P el fin de semana y se consumó este lunes, la mayoría socialista y radical de la oposición en Diputados bloqueó la emergencia que reclamaba el gobernador y que ya había sido aprobada por los senadores. El corrimiento de los pagos de los sueldos al sector público se inscribe en esa lógica, según el oficialismo. Perotti no desiste, y si bien tendrá que mandar un nuevo proyecto al legislativo en virtud de que el primero fue rechazado, llamará a extraordinarias en enero para conseguir lo que –afirman dirigentes cercanos– es “necesario” para gobernar.