A 17 días de su desembarco en el Gobierno, el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reservó unos minutos de su agenda de este viernes 27 de diciembre para conversar y enviar un saludo de fin de año a los periodistas acreditados en el ministerio, que se abalanzaron con preguntas sobre la renegociación de la deuda y el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Elegantemente, el flamante funcionario gambeteó esas consultas, respondió otras y pidió brindar todos juntos, al tiempo que admitió que apunta a "corregir" la inercia inflacionaria en la Argentina.
LIMA LIMÓN. Con una copa de Sprite en la mano y una sonrisa de oreja a oreja, Guzmán dijo que se siente "cómodo" en su nuevo rol y que no extraña Estados Unidos, el país en el que vivió durante los últimos diez años, porque "siempre" quiso volver a la Argentina. "Quería estar en medio de este contexto. Estudiar economía tenía que ver con lo que históricamente nos pasa en el país. Ahora es cuando más vale poner el conocimiento al servicio del país", agregó.
EL PADRINO. En rigor, Guzmán pasó los últimos años en la ciudad de Nueva York trabajando en la Universidad de Columbia codo a codo con el premio Nobel Joseph Stiglitz, que hace horas se desvidió en elogios para el ministro de Alberto Fernández. “La brillante y joven esperanza argentina”, lo describió. Consultado por las felicitaciones de distintas personalidades del ámbito académico y político, el funcionario marcó que tuvo "poco tiempo de leer porque" está "trabajando todo el día"; en tanto, sí reconoció -entre risas- haber leído la publicación del lobista Nobel.
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GAMBETA. Por otra parte, evitó precisiones sobre la renegociación de la deuda y pidió, también entre risas, pasar a brindar para esquivar una definición sobre el tema en cuestión. "Estamos trabajando en una economía más apta para el desarrollo de todos los argentinos Prefiero comunicar las cosas con responsabilidad y en el ámbito correcto", marcó. Sin embargo, en torno a las causas de la inflación, advirtió que el programa macroeconómico del gobierno de Cambiemos "incluyó un programa de contracción monetaria" que no pudo frenar la "inercia de la inflación". "Tenemos que corregir eso", subrayó y destacó "la importancia de los métodos de coordinación como el acuerdo de precios y salarios". Ante una nueva consulta sobre la deuda argentina, Guzmán gambeteó con una sonrisa y, rápido de reflejos, pidió "las copas para brindar". Envió saludos de fin de año y cerró: "Estamos en una situación de relativa paz. Seguimos trabajando para que esa paz continúe y la economía se estabilice".
SELFIE. El ministro llegó flanqueado por parte de su equipo. Estuvieron en la sala de periodistas de Economía su secretario privado, Pablo Salinas; el secretario de Política Económica, Haroldo Montagu; el secretario de Finanzas, Diego Bastourre; el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, y el asesor de Economía del ministro, Guillermo Hang. Por cuestiones de agenda, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, no pudo estar, aunque se sumó al brindis siguiente con los empleados del ministerio. Al salir del brindis con los periodistas, un grupo de trabajadores del ministerio lo estaba esperando y le pidió una selfie. El ministro accedió y luego se dirigió a su oficina.