El nuevo presidente del Banco Central, Miguel Pesce, sugirió que la Argentina podría alcanzar una inflación de un dígito hacia “el final de 2021”, producto de una desaceleración de la evolución de los precios que debería comenzar con los acuerdos en el Consejo Económico y Social que se convocará y del alineamiento de la tasa de interés.
En una entrevista que concedió al bisemanario Perfil, Pesce señaló que “tenemos que estar pensando en el año 2021. A partir del año 2021, del final del año 2021, podemos estar pensando en eso (una inflación de un dígito), sí”, explicó.
El pronóstico luce optimista, dado que este año cerrará con un índice de precios al consumidor del orden del 54% y no se espera para el próximo una desaceleración fuerte.
De acuerdo con el economista, el Gobierno de Mauricio Macri y las conducciones de la autoridad monetaria de Federico Sturzenegger, Luis Caputo y Guido Sandleris “pusieron el foco en combatir la inflación a través de instrumentos monetarios, de mantener la base monetaria inalterada y una tasa de interés superlativa, extraordinariamente alta en términos reales. Esto fracasó”.
“Vamos a terminar este año con una de las inflaciones más altas de las últimas décadas. La inflación es un proceso complejo, no es fácil de bajar. El gobierno anterior cometió dos errores: el primero fue creer que era fácil bajar la inflación. El segundo fue suponer que sobraban dólares. Ante procesos así, sostenidos, aparece la inercia inflacionaria y se requiere muchísimo tiempo y muchísima recesión para poder bajar la inflación inercial con tasa de interés u otros instrumentos monetarios. Ahí está el primer punto clave de las diferencias. Todas las demás diferencias la licuó la gestión anterior, porque ellos pusieron la regulación de la cuenta capital de balanza cambiaria. Y además, este año ya autorizaron 190 mil millones de pesos de adelantos transitorios al Tesoro. Sobre el final de la gestión, la necesidad los llevó a tomar decisiones que limaron diferencias”, aseguró.
Para Pesce, “la inflación no es un fenómeno exclusivamente monetario y no toda expansión monetaria genera inflación. Depende de las condiciones en las cuales se encuentra el mercado. Esto es así. Pero hay que ser prudentes. En determinadas circunstancias la emisión monetaria puede ser inflacionaria y es un instrumento del cual no hay que abusar y que debe manejarse con muchísimo cuidado y en situaciones excepcionales. El Estado tiene que financiarse con sus impuestos, o sea su propia soberanía como Estado. Si no, tiene que recurrir al mercado, al endeudamiento, como hacen todos los países del mundo”.
Consultado sobre la definición del ministro, Martín Guzmán, respecto de que la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal puede desestabilizar la economía, el nuevo jefe del Central estimó que “depende de las condiciones. La base monetaria que hoy tiene Argentina es muy baja. Todos los agregados monetarios en término de producto son muy bajos, los préstamos al sector privado en término de producto están en los más bajos de la historia. Si queremos más crédito en pesos, necesitamos que la base monetaria se amplíe. Ojalá fuera por sector externo, ojalá fuera por otros factores que no fueran el Gobierno. La demanda monetaria que tendremos en 2020 permite determinada expansión sin un efecto de aceleración inflacionaria”.