Desde multinacionales como Toyota y Coca-Cola, pasando por bancos como el Itaú, hasta fundaciones y ONG’s con raíces en los Estados Unidos como Teach for all y Junior Achievement, la inserción privada en la esfera educativa pública bonaerense se mechó entre experiencias laborales no rentadas con promesas de pasantías al filo del salario mínimo, la proliferación de programas educativos centralizados en las demandas del mercado y recetas focalizadas en la construcción de liderazgos individuales “con una actitud emprendedora” que sirven de caldo de cultivo ideal para la anhelada sociedad meritocrática PRO.
Esta creciente injerencia fue refutada desde 2016 hasta estos días por los gremios: “En la provincia se vivió un proceso de mercantilización y privatización de nuevo tipo que es la irrupción del sector privado capturando la decisión pública en el marco de lo educativo”, sostuvo en diálogo con Letra P la subsecretaria de Cultura y Educación del Suteba, Fabiana Guerrero, para dar cuenta de “dos caras de una misma moneda”.
Así, explicó que, por un lado, uno de los objetivos de ese proceso apunta a “que la educación sea un campo de negocios, porque ahí están funcionarios, fundaciones y empresas, una triada donde hay muchos puntos comunicantes, ahí está la puerta giratoria”; por el otro, tomar a la educación “como un instrumento de reformateo cultural, ingresar en la naturalización de las lógicas del mercado, incidir sobre las subjetividades de los docentes, sobre todo de los directivos, con una visión de la educación como servicio y no como derecho”.
Guerrero puso como caso paradigmático el de la Fundación Varkey, liderada por Sunny Varkey, el multimillonario propietario de GEMS Education, la mayor empresa mundial de Educación. “En enero de 2016, en el foro de Davos, Mauricio Macri se encuentra con Varkey y muestra su interés. Al poco tiempo, el Ministerio de Educación nacional suscribe un convenio con la Fundación Varkey que tiene su correlato en la provincia de Buenos Aires, donde implicó más de 2 millones de dólares destinados a formación. Eso ocurrió al mismo tiempo que la Dirección de Formación bonaerense se desarticulaba”.
Aquí posó las críticas en la funcionaria a cargo del área, Victoria Zorraquín, fundadora de Educere, entidad que también opera en escuelas bonaerenses con acento en el ámbito rural. Precisamente, esta asociación que apunta a confeccionar “equipos de educadores que puedan autogestionar su propia institución” despliega sus programas “gracias al generoso y comprometido apoyo de los padrinos donantes”, entre los que figuran tanques del sector agropecuario como Nidera, Monsanto, Dow AgroSciencies y múltiples empresas ligadas al campo.
“Zorraquín echaba a los equipos técnicos consolidados, muy probos, con mucha experiencia, que eran parte de la estructura de la Dirección de Escuelas, al mismo tiempo que se derivaban fondos del Estado nacional, 2 millones de dólares, en la provincia de Buenos Aires para la Fundación Varkey”, describió Guerrero.
La redituable red educativa de Varkey también incluye encuestas que suelen arrojar resultados orientados a tornar necesarios los dispositivos que ofrece. Para fundamentar su argumento centrado en la “necesidad de una mejor educación a través de una mejor enseñanza”, ya en febrero de 2014 el propio Sánchez Zinny recurría a un peculiar sondeo de Varkey en el que se marcaba que el 59% de los encuestados “dijo que los maestros deberían ser pagados de acuerdo con el desempeño de sus alumnos”.
Recostados sobre esa perspectiva meritocrática, la Fundación Varkey no podía dejar de crear un premio, el Global Teacher Prize, carnada que los operadores del negocio educativo no tardaron en rotular como “el Premio Nobel de Educación” y que, durante el inicio del presente año electoral, Sánchez Zinny logró anunciar a un docente bonaerense dentro de los diez finalistas por el suculento galardón de 1 millón de dólares.
Esa visión es la que también encuba una de las ONGs educativas más grandes del mundo: Junior Achievement. Surgida hace 100 años en Springfield, Massachusetts, hace gala de estar presente en más de un centenar de países y contar con una tropa de 470 mil voluntarios y mentores. ¿El lema? “Preparar a los jóvenes para los empleos del futuro”. Detrás de esta fundación, aparecen multinacionales como Mc Donalds, Exxon, Microsoft, Siemens, Cargill, IBM, General Electric y hasta Disney, además de un grueso abanico de bancos (HSBC, BBVA, Galicia, JP Morgan, entre otros).
Bajo tres ejes (“aprender a emprender”, el “desarrollo de competencias socioemocionales clave” y, por supuesto, “educación financiera” para “tomar decisiones inteligentes que redunden en su bienestar”), Junior Achievement (JA) desarrolló, hasta estos últimos meses de gestión vidalista, un programa dirigido a moldear individualidades afiladas para imponerse en el mercado laboral. “Los alumnos de JA tienen más facilidad para conseguir empleo, son más emprendedores y ganan mejores salarios que la media”, sintetiza la propia ONG para vender la educación como un producto de beneficio individual alejado de la articulación ciudadana con “la media”.
Sánchez Zinny durante el evento por el aniversario de Junior Achievement.
En tanto, Guerrero dejó en claro que estas políticas provocaron una degradación del trabajo docente, teniendo en cuenta que la Provincia “tercerizó en fundaciones y en universidades privadas como la de San Andrés” el proceso de formación bajo tales programas, como sucedió con “Enseña por Argentina”, programa que, según marcaron en Suteba, fue “lanzado en abril de 2016 en la Embajada de los Estados Unidos” y que forma parte de la ONG norteamericana Teach For All, que tiene como contribuyentes a Fundación Bill y Melinda Gates, FedEx y Visa. “Recluta a graduados universitarios para ejercer como ‘co-docentes’ en Escuelas Técnicas del Conurbano. Estos ‘voluntarios’ tienen la opción de complementar cinco semanas de ‘formación y entrenamiento’ con un título Pedagógico en la Universidad Austral”, describieron en el gremio
En un minucioso informe realizado este año para el Observatorio de las Elites del Citra, la socióloga e investigadora del Conicet Ana Castellani dio cuenta de buena parte de este entramado, a la vez que detalló que, en el ámbito educativo, los mecanismos de captura de la decisión pública por parte de las elites económicas se traducen en “un creciente proceso de mercantilización de la educación” que consiste en “el avance de las empresas en la definición e implementación de las políticas educativas”, “la promoción de los valores, principios y criterios organizacionales propios del mercado en el campo educativo” y “la prestación de servicios educativos diversos”.
Pero no sólo de fundaciones extranjeras se compone esta injerencia privada en la educación bonaerense. Además de Educere –ligada a Zorraquín- también hizo pie en las escuelas de la provincia Asociación Conciencia, una de las ONG predilectas del establishment, que tuvo una creciente injerencia en el ámbito educativo bonaerense desde la llegada del vidalismo al poder provincial. Uno de los integrantes del Consejo asesor de esta entidad es Félix Lacroze, una de las caras visibles de Control Unión Argentina S.A., firma abocada a los servicios de control de calidad de productos agropecuarios que destinó sumas millonarias a la última campaña bonaerense de Juntos por el Cambio.
Como contó Letra P, figuran en el cuerpo asesor de Asociación Conciencia los funcionarios bonaerenses Fabián Perechodnik (secretario general de la Gobernación) y Sergio Siciliano (subsecretario de Educación). Desde su etapa como vicejefa de Gobierno porteña y sin discontinuar como gobernadora, Vidal participa de los eventos anuales de la entidad comandada por Beby Lacroze. Fue Vidal quien le abrió la puerta de las escuelas a Conciencia, algo que no tardó en disparar el rechazo gremial. “La Resolución Nº 63/16 habilita a la Asociación Conciencia a ocupar el lugar que debería ocupar el Estado en tanto garante del Derecho Social a la Educación en aspectos tan sustanciales como el de la infraestructura escolar”, apuntaron en Suteba.
CONEXIÓN NORTE. Sobre el futuro del saliente ministro, oficialmente aún no se deslizaron certezas. Pero su ligazón con el hemisferio norte del continente puede dar indicios. Por lo pronto, en la actualidad permanece dentro del staff de colaboradores en Iberoamérica de IQ Latino, organismo que apunta a “destacar el potencial de relaciones e intercambios que existe en el triángulo España, América Latina y Estados Unidos”.
Esa entidad es conducida por Leopoldo Martínez Nucete, un ex diputado venezolano que fue elegido para encabezar el Ministerio de Finanzas del gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga durante el fugaz golpe de Estado a Hugo Chávez en abril de 2002. Poco después de esa frustrada incursión golpista, el referente de la entidad que integra Sánchez Zinny se asentó en territorio norteamericano y actualmente es miembro del Comité Nacional del Partido Demócrata.
Autodefinido como un “emprendedor social”, Martínez Nucete promueve textos académicos -algunos de Sánchez Zinny- dirigidos precisamente al enfoque de inserción privada en la educación pública y el desarrollo individual, siempre bajo el ala de la palabra mágica: emprendedurismo. De paso, también publica análisis de la actualidad regional dentro de los que, muy lejos de hablar de golpe de Estado, exalta que “la renuncia de Evo Morales indica el agotamiento de un modelo de gobierno en América Latina”.
Facsímil del documento que da cuenta del aporte que Sánchez Zinny hizo a la campaña de Elise Stefanik.
A diferencia del perfil demócrata de esa entidad que integra, Sánchez Zinny, en su pasada faceta de lobbista en terreno norteamericano, fue más flexible. Como consultor de Blue Star Strategies y Dutko World Wide, supo realizar entre 2008 y 2015 aportes financieros a diversas candidaturas. Aunque el acento estuvo en el partido republicano (aportó a los esfuerzos de campaña de Jeb Bush, Tim Pawlenty y John Mc Cain), también hizo sus apuestas para el ingreso al Congreso de dirigentes demócratas.
Jugando en distintos frentes, los desembolsos financieros de Sánchez Zinny tuvieron como denominador común, en varios casos, dirigentes relacionados a la comunidad latina en EE.UU –como el caso de Mooney- o bien perfiles emergentes de experiencias educativas bajo el ala de multinacionales, como el caso de la republicana Elise Stefanik, quien es posicionada como el ejemplo de académica exitosa del programa “Coca Cola Scholars”. Con lemas como “debes adoptar lo que te hace único”, focalizados en la responsabilidad individual para el progreso en la sociedad, Stefanik se muestra como la mujer más joven en ser electa para el Congreso estadounidense.
La injerencia de la bebida más famosa en los procesos formativos norteamericanos es notorio y en América Latina crece en su incidencia. Además de financiar el despegue político de estudiantes Coca-Cola, como funcionario provincial Sánchez Zinny fue uno de los facilitadores en el acceso de ese gigante en las aulas bonaerenses. Durante 2018, Coca-Cola junto con la Dirección General de Cultura y Educación provincial y el Proyecto Agua Segura instalaron bebederos de agua potable en 30 escuelas. De la mano de esto, la multinacional se filtró en un programa “para aprender sobre la importancia de la hidratación y el cuidado del medio ambiente”.
Todo, mientras Coca Cola es acusada por organismos como Greenpeace y el movimiento Libérate del Plástico por ser una de las empresas que más contamina los océanos y vías fluviales a nivel mundial con sus botellas de plástico. En efecto, desde la misma multinacional reconocieron al canal alemán DW que en 2008 el grupo Coca-Cola se comprometió a utilizar un 25% de plástico reciclado para 2015. Sin embargo, para 2018, las botellas solo estaban compuestas en un 7% de ese material.
Pero, bajo el amparo de Sánchez Zinny, Coca-Cola muestra su perfil ambientalista. “Es un proyecto que vemos importante porque está el sector privado promoviendo algo que es bien importante como el cuidado del agua”, señaló el funcionario vidalista en un spot de la multinacional.
Lo curioso es que los bebederos instalados no son de industria nacional. Las placas de las pintorescas estructuras aguateras poseen el emblema oficial “Hecho en México” y da cuenta de la empresa que los fabrica: Rotoplas.
Precisamente desde el año pasado ese grupo de capitales mexicanos mantuvo reuniones con funcionarios del Gobierno nacional para “hablar sobre la tecnología de purificación de agua”. En México, Rotoplas también exhibe intereses en el ámbito educativo. Este año, figuró en el lanzamiento del programa de consultoría para pymes de la Universidad Iberoamericana. Entre los especialistas que dictan clases allí aparece Diego Casas González, quien supo ser Gerente General del Grupo Rotoplas, donde se desempeñó por más de una década hasta recalar a partir de 2017 en otra entidad educativa de la que es co-owner en una de sus filiales en México: Universidad Kuepa, institución fundada y presidida hasta finales de 2015 por Sánchez Zinny.
Como padre de la criatura, el hoy titular de la cartera educativa conserva contactos en el país azteca, donde Kuepa se posiciona entre las ofertas educativas online. Su CEO sigue siendo el co-fundador con Sánchez Zinny, Gonzalo Pulit, hijo del fallecido diplomático Francisco Pulit. Semanas atrás, Pulit celebró la inyección de USD 1 millón para Kuepa, inversión proveniente del fondo de inversión Adobe Capital, que tiene como cara visible a Erik Wallsten, el cual supo inspirar años atrás algunos papers de Zinny: “Adobe ha dado un ejemplo de cómo maximizar la inversión con éxito sostenido”, elogió.
Además de esos textos orientados al fomento de la inserción privada en la educación pública, en sus tiempos de consultor, Sánchez Zinny redactó columnas en las que hacía foco en la necesidad de dotar de recursos tecnológicos a los estudiantes. Una de ellas la redactó junto con Jorge Chrestia, fundador de Proyectos Logos. Años después, materializó parte de esa visión, al impulsar el programa bonaerense de Robótica Educativa para el cual la Provincia desembolsó millonarias sumas en la adquisición de kits de robótica. Uno de los grandes ganadores de esa licitación, con más de $116 millones, fue precisamente Ediciones Logos, presidida por Chrestia.
Así dadas las cosas, los cuatro años de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires –con el acento en la segunda mitad con Sánchez Zinny al frente– estuvieron signados por el avance empresarial sobre la fisonomía educativa bonaerense, con una pata local de jugadores pero también con una indeleble huella oriunda del país donde el saliente titular de la cartera educativa provincial nutre su visión del área: “La inversión de impacto social está en alza. Para 2020, se espera que las inversiones alcancen los USD 500 mil millones, con USD 120 mil millones de inversiones oriundas de los Estados Unidos”, vaticinó Sánchez Zinny en 2015 desde Washington. Como funcionario público bonaerense, hizo su aporte.