En menos de un mes, cuando el frentista Emilio Jatón reciba la intendencia de la ciudad de Santa Fe de manos del radical macrista José Corral, también habrá renovación de bancas y autoridades en el Concejo Municipal. Y esa será una buena noticia para el jefe de gobierno electo, quien, si bien asume con una situación económica compleja y con el justicialista Omar Perotti estrenando la Casa Gris, va a contar -dentro del parlamento local- con el respaldo del bloque mayoritario.
Tras las elecciones del 16 de junio, quedaron para el período entrante 8 de los 17 escaños en manos del Frente Progresista Cívico y Social -compuesto por socialistas, radicales progresistas y una representante del partido Creo. Entre ellos -sostienen fuentes cercanas a Jatón- debería estar quien quede a cargo de la presidencia del cuerpo deliberante, hoy en manos del justicialista Sebastian Pignata. Y ya hay dos postulantes que se perfilan con la mayor cantidad de consensos: la socialista Laura Mondino y el radical Leandro González.
Ambos son referentes de sus espacios y tienen mandato hasta 2021. En estos dos años que compartieron el trabajo legislativo, se han acompañado las iniciativas mutuamente. Sin embargo, mientras que González, actual vicepresidente del Concejo, aporta experiencia y cintura para construir gobernabilidad, Mondino, que hoy integra el bloque Santa Fe Puede Más junto con el intendente electo, logró exponer desde el atril una agenda vinculada a las mujeres, disidencias, con una fuerte impronta barrial y cercana a las organizaciones sociales. Un dato no menor en los tiempos que corren: si fuese elegida, sería la primera vez que ese cuerpo legislativo, acostumbrado a tener varones como autoridades, tendría una presidenta.
Pero el interbloque frentista no es el único que está discutiendo su estrategia. El PJ quiere retener ese espacio de poder y va a intentar seducir a Jatón con dos atributos: ser un canal de comunicación entre la municipalidad y la gobernación; y actuar de contrapeso entre los progresistas y el bloque Cambiemos. A partir de diciembre, los justicialistas tendrán cuatro bancas y ya adelantaron que van a sostener la unidad en las votaciones. De los cuatro, hay dos interesados en conducir el cuerpo deliberante: Pignata (nieto del histórico dirigente de Upcn Alberto Maguid), y el rodenista Juan José Saleme. Sin embargo, para que haya definiciones, primero tienen que esperar que Agustín Rossi formalmente acepte ser el ministro de Defensa en el gabinete de Alberto Fernández, ya que en ese caso Saleme sería su reemplazo como diputado nacional.
En esa serie de diálogos, aseguran, hay mucha sintonía también con sus pares de Cambiemos, donde el exsecretario de gobierno de Corral, Carlos Pereira, también estaría interesado en asumir la presidencia en los últimos dos años de mandato que le quedan. “Entre ellos (por Cambiemos) y nosotros, sumamos 9”, advirtieron desde el PJ, a la espera de las habilidades que puedan desplegar los frentistas.
En una composición sin mayorías absolutas y tres divisiones fuertes, cada voto cuenta. Allí ve su fortaleza Guillermo Jeréz, el referente del espacio Barrio 88 que irrumpió en la política santafesina con reclamos por una ciudad más libre, justa, igualitaria y con perspectiva de género. Como monobloque deberá tomar posiciones y pronunciarse cuando haya nudos ajustados. En este contexto, todos aspiran a que la elección de quien presida el Concejo salga por unanimidad. Así se logró en los últimos períodos, cuando el resto acompañó lo que votaba la mayoría.
Por el momento, todas las conversaciones son en registro de negociaciones y no de definiciones. Una tarea cuesta arriba, dicen algunos, por falta de señales del intendente electo. Todavía restan por lo menos tres semanas para avanzar en el armado del mapa de posiciones. Se estima que la jura de los nuevos concejales y la elección de quien quede a cargo de la presidencia se podría realizar la primera semana de diciembre, para que no coincida con la provinciales y nacionales.