El intendente de Santa Fe, el radical macrista José Corral, confirmó que su sucesor, el intendente electo Emilio Jatón, no va a tener mucha caja disponible el 10 de diciembre próximo, cuando asuma la conducción de la capital de la provincia. El reconocimiento fue tras la tercera reunión de transición entre ambos sectores, pero la primera en la que se encontraron cara a cara y luego de que el hombre del Frente Progresista afirmara que iba a heredar una ciudad en crisis.
El primer saludo público entre ambos fue amigable, la foto oficial congeló casi un abrazo. Corral fue de saco azul y Jatón quiso sostener su estilo descontracturado, con un look total jean. Sin embargo, el clima se enfrió rápidamente cuando abrieron las carpetas con los números y los gestos duros de los negociadores se pudieron ver a través de las paredes de vidrio de la Oficina del Norte, ubicada en el Jardín Botánico santafesino.
Los reproches de la gestión entrante son sobre los números del déficit final que dejaría Corral tras ocho años de mandato. El equipo progresista calculó que ese monto asciende a 1.500 millones de pesos entre deuda consolidada y flotante e incluye reclamos de proveedores por deudas impagas. Esa proyección la pudieron hacer con documentos oficiales, pero también con remitos y compromisos de pago que les presentaron empresas prestatarias de servicios.
La cifra está muy por encima de los 432 millones de pesos que hoy Corral reconoció como déficit real.
Al momento de echar culpas, el actual mandatario apuntó hacia arriba y dijo que ese rojo podría ser aliviado por el gobernador Miguel Lifschitz, al que le reclama una retención de más de 500 millones de pesos en concepto de Fondo de Financiamiento Educativo, Alumbrado Público y Aportes del Tesoro Nacional (ATN).
"Nos hubiera gustado que, en una economía floreciente, pudiéramos también dejarle fondos depositados. Ojalá podamos hacerlo, que todos estos reclamos con la provincia puedan ir resolviéndose", sostuvo el intendente saliente. Además, consideró que las arcas municipales no están tan mal en el contexto de crisis que atraviesa el país y punzó a los dirigentes del Frente Progresista: "Hay muchos municipios que no pagan regularmente los salarios. De hecho, hasta Rosario tuvo que desdoblar el pago de la masa salarial".
Semanas atrás, el ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione, había dicho que la deuda con el municipio “es de cero pesos” porque los criterios con los que se distribuyen los fondos no obedecen a la interpretación de Corral. “La Municipalidad de Santa Fe, en varias oportunidades, ha firmado su acuerdo con este criterio. Seguramente ellos han cambiado de opinión”, explicó el funcionario.
Casi una hora duró la reunión entre Corral y Jatón y no alcanzó para limar asperezas ni acordar la cuantía de los compromisos económicos que tiene la ciudad. Tampoco se avanzó sobre el reclamo del personal contratado (serían más de 1.800) ni se fijó fecha para un nuevo encuentro.
Lo único que quedó claro es qué le va a quitar el sueño a Jatón estos próximos 60 días: encontrarse con desagües tapados, maquinarias rotas, obras inconclusas y sin poder pagar los sueldos en una ciudad que, por primera vez en 12 años, va a tener que negociar gobernabilidad con una administración provincial peronista. Antes de irse, tiró una última piedra y aseguró que va a realizar una auditoría interna apenas asuma en funciones.