El Congreso retomará la actividad tras estar casi dos meses paralizado por la campaña electoral, en una intensa jornada que comenzará con la reunión de la Asamblea Legislativa para convalidar el resultado de los comicios de octubre, seguida por dos sesiones especiales para tratar una declaración sobre la crisis en Bolivia.
Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado llevan unas siete semanas de muy escasa actividad parlamentaria, una quietud que se terminará a las 14, cuando se reúna la Asamblea Legislativa para proclamar como ganadora de las elecciones del 27 de octubre a la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner.
Se trata de un paso institucional previsto por el Código Electoral Nacional que no requiere de la presencia del presidente electo ni de su vice, pero que será la antesala de un debate más intenso.
Y es que tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado los bloques peronistas que referenciados en el Frente de Todos que encabeza Fernández pidieron una sesión especial para tratar una declaración de "repudio al golpe de Estado en Bolivia" contra el ahora ex presidente Evo Morales.
En la Cámara de Diputados se convocó oficialmente a esa sesión para las 15:30 y en el Senado para las 16, por lo que el debate avanzaría casi en forma paralela en ambas cámaras.
El posicionamiento político de cada bloque también es un calco en uno y otro caso: el peronismo cerró filas detrás de la definición de "golpe de Estado" para lo que ocurre en Bolivia, mientras que en Juntos por el Cambio prevén consensuar una declaración propia que hable de "quiebre institucional", según supo NA.
De esta manera, la coalición oficialista logró acercar las posturas del PRO, la UCR y la Coalición Cívica, que tienen miradas distintas sobre lo ocurrido: mientras que el radicalismo cuestionó tanto las irregularidades en el último proceso electoral de Bolivia como el "golpe de Estado", el PRO y la Coalición Cívica rechazan esa definición.
Con la oposición marcando la cancha, el interbloque que encabeza el cordobés radical Mario Negri definió evitar la expresión "golpe de Estado" y en su lugar se incluyó la condena al "quiebre del orden constitucional" y a "todo golpe a la democracia".
La otra diferencia respecto del proyecto de la oposición es que en lugar de solidarizarse con Evo Morales, se condena el "fraude" electoral que, según este criterio, estuvo en el origen de los acontecimientos que luego precipitaron la renuncia del mandatario boliviano.
En el Senado la bancada de Juntos por el Cambio adoptaría una posición similar, aunque terminará de definirlo este miércoles por la mañana, antes de la Asamblea Legislativa.
La diferencia entre la discusión de una cámara y la otra está en que, mientras en el Senado el peronismo impulsa una única declaración de repudio al golpe, en Diputados hay unos cinco proyectos debido a que además del que impulsa el Frente de Todos también hay otro que pertenecen al Frente de Izquierda.