"Buenos días a todos. ¿Es verdad que hay más gente votando?". Segundos después de arribar a la mesa N° 6608 de la escuela Wenceslao Posse de Palermo, el presidente Mauricio Macri buscó calmar la ansiedad y sorprendió a las autoridades de mesa con esa pregunta. Tras seguir la apertura de los comicios desde la quinta familiar Los Abrojos, el candidato de Juntos por el Cambio se dirigió en auto oficial hacia la Quinta de Olivos junto a su esposa Juliana Awada. Subieron al coche a la hija de la primera dama y siguieron rumbo hacia el establecimiento de votación, ubicado en la esquina de Juncal y Coronel Díaz.
"Sí, mucha", le dijo uno de los fiscales, mientras el Presidente entregaba a toda la mesa dos docenas de facturas, una ofrenda que en Cambiemos toman como una "atención" pero también una "cábala" del candidato para cada elección. La respuesta lo tranquilizó y lo hizo esperar su turno con una sonrisa de oreja a oreja, mientras su equipo de asesores custodiaba la entrada y el corralito de prensa explotaba ante la magnitud de reporteros gráficos, camarógrafos y periodistas que acercaron a cubrir.
La pregunta de Macri blanquea una obsesión propia y de toda la plana mayor del PRO: el incremento de la participación electoral sobre la que el Gobierno confía para achicar la diferencia con Alberto Fernández y forzar así un ballotage, al igual que en 2015. El pedido del voto y la constante idea de "repetir" la masa de votantes de la elección de 1983 (más del 80% del electorado) fueron muletillas de la campaña de Macri para octubre. En cada parada del #SíSePuede Tour, el Presidente machacó con esa idea y decía -como un mantra- "vamos todos a votar". "Hasta los abuelos", repitió en cada marcha de campaña.
Desde la mañana, el Gobierno se encargó de hacer circular por WhatsApp y redes sociales fotos y vídeos de argentinos votando en el exterior y, especialmente, historias o imágenes de hombres o mujeres de tercera edad tomando el "gesto patriótico" de ir a votar. Al cierre de esta nota, la Cámara Nacional Electoral informó que ya había votado cerca del 44% del padrón.
AGENDA SOFT. Como cada domingo electoral, el Presidente almorzará en familia y con amigos íntimos en la quinta Los Abrojos, ubicada en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Allí pasó la noche, como cada fin de semana. Tras votar en Palermo, Macri regresó a la casa familiar y estará allí hasta entrada la tarde, cuando se dirigirá hacia la Quinta Presidencial de Olivos.
A contramano de otras jornadas electorales, la plana mayor del PRO estará concentrada en el operativo de fiscalización y no habrá desfile de funcionarios en Olivos. Macri estará por la tarde junto al jefe de Gabinete y de campaña, Marcos Peña, además de sus asesores de comunicación y logística. Por ahora, ni ministro ni otros candidatos pasarán por la residencia presidencial.