La espiral de despidos sigue su curso intenso en el interior de la provincia de Buenos Aires. En esta oportunidad, la tradicional fábrica de pastas Don Antonio cerró su planta de Junín, dejando a 33 trabajadores en la calle. De acuerdo a los telegramas de despidos que comenzaron a llegar en las últimas horas a los operarios, la firma argumentó que la medida se toma ante “la grave crisis económica por la que atraviesa el sector agravado en el caso de pymes como la nuestra por un aumento de costos desmedido (tarifas, impuestos, materias primas e insumos)”.
Asimismo, justificaron el cierre debido a “la aparición de competencia desleal generada por los grandes grupos monopólicos, la falta de acceso al crédito que nos impidió la renovación de nuestras máquinas, la rotura de las mismas y la caída de las ventas, más la millonaria deuda que mantiene con nuestra empresa el Estado Nacional a través de la ex ONCCA/UCESCI)".
Sin embargo, uno de los empleados despedidos advirtió en declaraciones al portal local Junín Digital: "Acá hay trabajadores con hasta 32 años de antigüedad. La fábrica no está en quiebra, va a seguir produciendo con otra empresa que estaría en Chivilcoy. Por eso pedimos la intervención del municipio". En efecto, los operarios de la empresa se manifestaron este miércoles en las puertas del municipio de Junín en reclamo de la intervención del intendente Pablo Petrecca (PRO) para preservar las fuentes de trabajo. No obstante, en las últimas horas comenzaron a llegar los telegramas.
El secretario general de SATIF, Sindicato Argentino de Trabajadores de la Industria Fideera, Carlos Antonio, sostuvo que "el tema de los tarifazos ahogó a la empresa, como viene ocurriendo en tantas otras" pero advirtió que la empresa está haciendo fideos afuera, en Lobos y Chivilcoy, es evidente que le sale mucho más barato. Lo que nos suena raro es que antes no hubo despidos, suspensiones, hacíamos horas extras. Pedidos hay muchos y se llega hasta Buenos Aires”.