“El diputado (Guillermo) Kane ha encontrado la fórmula de la Coca-cola”, dijo en claro tono irónico la diputada del bloque Unidad Ciudadana FpV Lucía Portos. La legisladora K resaltaba de esta manera la tarea del legislador del Partido Obrero en el Frente de Izquierda (FIT), quien había logrado que el pasado 7 de junio llegara al reciento de la Cámara Baja el proyecto de reforma a la ley de educación sexual, que había elaborado.
La iniciativa, que modifica la ley 14.744, fue tratada sobre tablas y aprobada por todos los bloques partidarios.
Según trascendió, el reclamo que de forma explícita hicieron los representantes evangélicos fue atendido por la gobernadora María Eugenia Vidal, quien habría ponderado la mayoría parlamentaria que tiene en el Senado para determinar el freno a la reforma, aun cuando ese mismo proyecto había sido aprobado por su bloque de diputados.
El pasado martes 4, Vidal participó junto al presidente Mauricio Macri de un encuentro con representantes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). También participaron los ministros de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y de la provincia, Santiago López Medrano.
Durante la reunión, donde se abordó la cuestión social, el representante de ACIERA, Jorge Sennewald, planteó su malestar con la reforma a la ley de educación sexual que se aprobó en la Cámara baja provincial.
El pastor evangélico sostiene una vieja relación de mutua confianza con Vidal, a quien conoce desde los tiempos en que la gobernadora comenzaba a caminar la provincia y ni imaginaba ocupar la jefatura del Estado bonaerense.
Por eso, su planteo fue directo y con un tono determinante. Cuentan que la gobernadora mostró asombro ante esa votación, que dijo desconocer, y prometió frenar la reforma.
“Aún no lo hemos tratado, pero mi intención es ponerlo en el orden del día de la próxima reunión”, aseguró a Letra P el titular de la comisión de Educación de la Cámara alta, el senador de Cambiemos, Marcelo Dileo.
El legislador aseguró no haber recibido ninguna orden del Ejecutivo para frenar la iniciativa, aunque tampoco informó cómo sería el voto de su bloque.
“No he escrutado el pensamiento de los senadores, pero seguramente se debatirá en profundidad por sus connotaciones”, manifestó.
En reserva, otras fuentes del oficialismo indicaron que la iniciativa estaba efectivamente “planchada” y que no se esperaba que fuera a prosperar.
Además, muchos senadores del oficialismo reconocen en reserva que la propuesta le da un marcado protagonismo a los sindicatos, a quienes faculta para establecer planes y tareas de estudio.
El contexto en que se trató la iniciativa ayuda a entender por qué los diputados de Cambiemos votaron una iniciativa que tocaba los intereses de las iglesias católica y evangélica, un sector muy cercano a la gobernadora Vidal.
La reforma se aprobó una semana antes de que la Cámara de Diputados de la Nación sancionara el proyecto de ley de legalización del aborto.
En ese momento, los que estaban a favor, pero fundamentalmente los que estaban en contra, esgrimían como fundamental el aporte de la educación sexual como herramienta para reducir las estadísticas de abortos clandestinos.
“Cuando planteé el proyecto nadie se opuso, aunque tampoco expusieron sobre el tema en el recinto”, indicó el diputado Kane a este portal. “Fue un momento clave, trascendente, y creo que nadie quería oponerse a la educación en las escuelas”, remarcó.
LA LETRA DE LA NORMA. La iniciativa en cuestión establece el “derecho a recibir educación sexual integral científica, laica y con perspectiva de género en los establecimientos públicos, de gestión estatal y privada dependientes de la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia”.
Y amplía el espectro del órgano de aplicación, inicialmente concedido al área de Educación, para sumar, en una suerte de comisión, a “sindicatos docentes, centros de estudiantes y organizaciones defensoras de los derechos de la mujer”.
Será este grupo el encargado de diseñar las “actividades, tareas y programas” que se ofrecerán en las escuelas.
También se establece un horario obligado y un formato específico para dictar esta materia, que será “bajo la forma de taller de dos horas cátedra semanales, en las que se promoverá la participación de centros de estudiantes, sindicatos docentes, organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual y de género y distintos especialistas para abrir un debate colectivo que apunte a examinar críticamente la sexualidad y las relaciones entre las personas en el presente de nuestra sociedad”, establece el artículo 6º de la iniciativa.