La gobernadora María Eugenia Vidal definió que la Contaduría Genera de la provincia de Buenos Aires quede a cargo de Carlos Baleztena tras la tormentosa salida de Fernanda Inza, una de las denunciadas junto a la propia mandataria por la irrupción de aportantes falsos para las campañas electorales de Cambiemos en 2017 y 2015. El elegido fue funcionario de ARBA durante la gobernación de Daniel Scioli y con la llegada de Cambiemos desembarcó en el municipio de Tres de Febrero como secretario de Hacienda del distrito que gobierna el macrista Diego Valenzuela. Apila algunos cuestionamientos por una rendición de cuentas no aprobada, la contratación directa de una empresa del ministro de Transporte de la Nacion, Guillermo Dietrich, y una multa del Tribunal de Cuentas.
El nombre del nuevo contador será incluido en una terna que el Senado bonaerense votará en la sesión del próximo jueves. El mecanismo, según la Constitución, establece que la Cámara alta propone una terna al Poder Ejecutivo. La gobernadora debe elegir uno de los tres nombres para luego llevar adelante el nombramiento.
Baleztena es contador egresado de la Universidad Nacional de La Plata y, desde que Valenzuela es intendente de Tres de Febrero, es el secretario de Hacienda del distrito. El primer año de gestión no fue sencillo para este ex funcionario sciolista, como para casi ningún municipio oficialista que estrenó intendente. De hecho, en los primeros meses de 2017, el Concejo Deliberante le rechazó la rendición de cuentas.
De hecho, quién posó la lupa sobre el primer año de gestión fue el Tribunal de Cuentas, un organismo primo hermano de la Contaduría General. A principios de este año, emitió una resolución en la que observa los gastos del municipio durante el período 2016. Según informó en su momento el sitio La NoticiaWeb, el Tribunal encontró “incumplimiento de disposiciones legales y reglamentarias”, observaciones de “contabilidad, egresos de fondos y reservas de ejercicios anteriores”.
Las multas no fueron excesivas pero existieron. Al intendente se lo penalizó con el pago de 18 mil pesos, mientras que Baleztena debía pagar seis mil quinientos pesos.
“El Tribunal de Cuentas hizo una observación al intendente Valenzuela y al secretario de Hacienda. Llegaron pregonando la transparencia, la claridad de las cuentas, el absoluto manejo equilibrado, pero no pudimos sesionar en la Rendición de Cuentas porque hemos sido impedidos. Allí encontramos cosas de las que tenían que dar explicaciones. El Tribunal de Cuentas también detectó esto. Estamos pidiendo desde el inicio del 2016 la clave del RAFAM, que es el sistema de registro municipal, para que los concejales puedan mirar las cuentas día a día y no una vez al año”, decía el concejal por Unidad Ciudadana Máximo Rodríguez.
Baleztena también firmó una contratación directa del municipio con la empresa del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para que le blinde una flota de 38 vehículos (33 camionetas y cinco autos) por un costo total que roza los ocho millones de pesos. Lo hizo sin licitación, a través de dos operaciones de contratación directa que realizó apelando a excepciones contempladas en la Ley Orgánica de las Municipalidades.
Letra P había dado cuenta de esta maniobra, que sucedió en marzo del año pasado. En aquel entonces, fuentes del municipio le informaron a este medio que para el blindaje de las 32 Toyota fue elegida "la propuesta de la empresa Strong, (que cotizó) $ 6.247.233, por ser la más económica de las tres recogidas. Las otras dos ofertas fueron de 7,5 y de 15 millones de pesos", señalaron voceros de la Municipalidad en respuesta a la consulta de este portal. Y aseguraron que "los datos de la compulsa de precios pueden ser consultados en la Dirección de Contrataciones" de la comuna.
(Valenzuela con su gabinete al asumir en la intendencia. Al frente a la izquierda, Baleztena)
Inza fue el primer fusible que cortó Vidal cuando ya no pudo seguir ocultando las denuncias por los aportantes falsos a los que apeló el oficialismo para justificar los gastos de la campaña electoral. En ese momento, la saliente funcionaria dejaba la Secretaría Legal y Técnica para pasar a la Contaduría en medio de las denuncias. Inza es la tesorera del PRO en la provincia de Buenos Aires.
La funcionaria a la que Vidal le pidió la renuncia duró 24 horas en su cargo. “Doy la cara como he lo hecho siempre en cada dificultad de la vida y de la gestión. Mi conducta ha estado basada en la honestidad y frente a estas denuncias sobre aportes falsos en la campaña he tomado tres decisiones bien concretas", arrancó Vidal al ser consultada sobre el tema. En este sentido, anunció: "La primera es ordenar una auditoría que se inició la semana pasada y ya se está realizando, sobre la rendición de fondos que presentó el frente electoral de Cambiemos. En el segundo lugar, le he pedido la renuncia a la contadora Fernanda Inza al cargo de la contaduría general al gobierno de la provincia", decía Vidal.