La gobernadora María Eugenia Vidal dio la orden de postergar las negociaciones con la oposición en la Cámara de Diputados bonaerense a la ley que recorta fondos de la actividad hípica por 1.000 millones de pesos para esquivar la llegada de una nueva turbulencia, ya que el sector viene denunciando que de convertirse en ley el proyecto que ya se votó en la Cámara de Senadores se pondrían en riesgo 80 mil puestos de trabajo que sostienen directa e indirectamente las carreras de caballos.
Cuando el proyecto salió del Senado solo con los votos de Cambiemos fue una señal. En la Cámara alta el oficialismo tiene quórum propio. Esta virtud a veces se convierte en dificultad. El oficialismo no necesitó construir ningún acuerdo con los bloques peronistas con los que tiene más diálogo: el PJ y el Frente Renovador. Pero en Diputados la ecuación es distinta. Cuando la norma se discutió en las comisiones de la Cámara alta, Unidad Ciudadana pobló esos encuentros de distintos representantes del sector. No solo los jockey y vareadores fueron a explicar qué significaba para el sector el avance de la medida digitada por el ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza e impulsada por el titular de Loterías, Matías Lanusse. También fueron, veterinarios, criadores de caballos, dirigentes de los Hockey Club de San Isidro y La Plata y hasta dueños de haras. La mayoría, votantes de Cambiemos que se veían afectados por una política que no esperaban justamente del espacio que habían apoyado para que ganen las elecciones. Hasta el farmacéutico Bagó, rechazó la iniciativa.
El oficialismo intentó tender algunos puentes con la oposición que no tuvieron demasiado éxito. Sin embargo, negociadores de la gobernadora sostiene que es un gesto hacia el sector planchar la ley, ya que si querían "salía". En público, todos los bloques opositores habían manifestado su rechazo a la iniciativa tal como se aprobó en el Senado. Y hasta algunos diputados de Cambiemos como por ejemplo el angelicista, Eduardo Barragán, decían que había que "escuchar al sector" y que no acompañaban la norma de esa forma.
En los concejos deliberantes del interior también recaló el tema. Por ejemplo en el municipio de Las Flores, el bloque de concejales de Cambiemos impulsó un proyecto de repudio a la ley que se discute en el orden provincial por mandato de la propia Vidal. En Azul, el intendente Hernán Bertellys (Cambiemos) acompañó a los trabajadores del sector hípico a distintas jornadas de protestas.
APUESTA A FUTURO. La oposición también coincide en que la ley se enfrió. Solo que la lectura que hacen es diferente. Los bloques opositores remarcan que Vidal frenó la ley para ponerla como condición de negociación en lo que será la discusión del Presupuesto bonaerense 2019. Como suele ocurrir en los debates presupuestarios, los bloques opositores buscarán negociar cargos tanto en organismos se control o mismo en la estructura bonaerense. Ocurrió por ejemplo con la designación de Guido Lorenzino como Defensor del Pueblo y un puñado de ex legisladores que una vez vencido el mandato se refugiaron en esa cartera autárquica.
Esta lectura no cierra la posibilidad de que la ley del turf no se vote. El ajuste está en marcha, pero hoy la foto es que el proyecto está frenado, según supo Letra P. Aparentemente la cámara de Diputados sesionaría el próximo 16 de agosto. Allí se le daría entrada a la iniciativa para girarla a comisiones.
Vidal transita sus peores semanas de gestión e imagen en una turbulencia económica que tiene vaivenes pero sin muchas mejorías. Las denuncias de aportantes truchos para las campañas de Cambiemos 2015-207 repercutieron. Días atrás se sumó la trágica muerte de dos trabajadores de la educación en el distrito de Moreno, producto del desfinanciamiento en infraestructura escolar que es responsabilidad del gobierno que ella conduce. Quedó en una situación no deseada. Además hay nuevos incrementos de nafta, tarifas y una inflación calculada, según el presidente Mauricio Macri, de un 30%. En este contexto, cargarse por apuro con una ley que en definitiva terminaría desfinanciando a un sector productivo para el capital político que aún conserva Vidal.