Superadas las 24 horas de la tragedia en la escuela de Moreno, donde fallecieron la vicedirectora y un auxiliar docente del establecimiento a raíz de una explosión por escape de gas, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, seguía en silencio.
No hubo una visita a los familiares de las víctimas ni hubo un comunicado oficial de la mandataria expresando sus condolencias y decretando duelo provincial. Ni una declaración que aluda al tema central: el peligroso estado de muchas escuelas de la provincia de Buenos Aires, que en este caso tuvieron su peor consecuencia: la muerte de integrantes de la comunidad educativa.
El hermetismo fue total, al punto de que, por primera vez, en el acto que compartió con el presidente Mauricio Macri, este viernes en Quilmes, no tomó la palabra.
Acomodada en la primera fila, en medio de una mujer mayor que grababa la escena y una joven con su bebé, Vidal ni siquiera se permitió una breve introducción para dar pie al jefe de Estado. Esta vez, Macri amparó a Vidal.
Ante la consulta de este medio, fuentes del gobierno provincial indicaron que hubo una comunicación telefónica con personas cercanas a las víctimas. Aunque no se dieron mayores detalles.
El caso es grave, no solo por la tragedia de las muertes, sino porque la responsabilidad inmediata es del Consejo Escolar, que se encuentra intervenido por decisión del titular de Educación, Gabriel Sánchez Zinny, desde octubre pasado.
Y porque quienes lo integran y representan son personas vinculadas al oficialismo, empezando por su titular, el macrista Sebastián Nasif.
El caso, que motivó un paro en las escuelas para este viernes y tiene repercusión también en los establecimientos privados en solidaridad y por duelo, amenaza uno de los puntos fuertes de la mandararia: su perfil “sensible”.
La gobernadora ha logrado gestar y sostener, desde la campaña electoral de 2015, un perfil que contiene una fase dura, publicitada en la toma de algunas decisiones y la tan mencionada “lucha contra las mafias”, junto a un costado más delicado, social, popula, y de cercanía con el vecino-votante.
Ese esa imagen la que se quiere mantener y que podría vulnerarse si se descubriera la responsabilidad del gobierno en la tragedia.
Desde el Ejecutivo están mirando con detalle el peritaje en la escuela, que determinaría el porqué de la explosión y, a su vez, el dinero que la provincia ha invertido en ese distrito, comandado por el peronista K Walter Festa
Estas dos puntas son las que observa el gobierno y podrían ser la clave para despegar a la mandataria de una tragedia que podría convertirse en escándalo político.