El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, admitió este miércoles que las medidas que tomó la autoridad monetaria en las últimas semanas fueron una imposición del mercado. "Nos dijo 'esto no es suficiente' y nos indujo a ajustar". dijo el funcionario en la presentación del Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2018.
Sturzenegger, para graficar esto, leyó un comunicado emitido por la entidad que comanda. Explicó que en ese texto “nosotros dijimos que estábamos bien", pero que "el mercado nos dijo 'no, no están bien'”.
Además, mostró optimismo en cuanto a la marcha de la inflación. Dijo que "va para abajo", pronosticó. "Estamos convencidos de eso, quédense tranquilos", se entusiasmó. Y se animó a arriesgar: "La inflación de mayo va a venir bastante por debajo de la de abril", que este martes se supo que fue del 2,7%, según el INDEC. También se despegó de "la decisión del Ejecutivo" de volver a pedirle prestado al Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque se alineó con el discurso oficial y gambeteó términos como "crisis" o "corrida" y replicó el elegido por los dueños del discurso PRO: "turbulencia".
"El mercado habló, fue un mensaje. Un mensaje para el Banco Central, pero también para el Ejecutivo. Mostró que hay dudas con el mercado de cambio. No está creyendo en nuestra política monetaria", señaló Sturzenegger, al tiempo que destacó el rol de la entidad que conduce en la emergencia. "Ayer (por el martes) tuvimos una primera señal de que se empieza a creer (de nuevo) cuando varios fondos invirtieron en pesos. Están diciendo que vuelven a creer que este proceso se encausa", agregó, en relación a la colocación de los bonos BOTES que hizo el Ministerio de Finanzas, a 2025 y 2028.
El funcionario fue elegantemente flloso con la Casa Rosada en la saga de fricciones que mantiene con el núcleo duro del Gobierno. Primero, le sacó el cuerpo a la decisión de la administración nacional de recurrir al FMI para conseguir el financiamiento que le negaron los mercados internacionales. "Es una decisión del Ejecutivo, no voy a opinar", esquivó. Y erigió al Banco Central casi como salvador de la Patria: "Vendimos 9.000 millones de dólares desde marzo. Imaginen la economía argentina si el BCRA no hubiese estado".
Cuestionado por la venta de divisas a bajo precio en el arranque de la corrida, Sturzenegger detalló cuál fue su estrategia. "Traté de que el movimiento del peso sea lo más suave posible. Hasta que finalmente estas semanas el tipo de cambio estaba fuera de rango, con respecto a nuestros modelos".
Dividió, además, el escenario en tres instancias. Primero, explicó, hubo demanda de dólares por la aplicación del impuesto a la renta financiera -otro mensaje sobrevolado al Ejecutivo-, lo que llevó a muchos ahorristas a mudarse al dólar. Por eso, dijo, el primer paso fue "darle salida a un cambio de portafolio". Después, cuando empezó a vender muchos dólares para frenar la corrida, fue la etapa de "ir en contra de la corriente". Hasta que, finalmente, sacó a la venta 5.000 millones de dólares a 25 pesos para ponerle al precio de la moneda estadounidense "un parate".
"El tipo de cambio se mueve para defender la actividad, mientras que la tasa se mueve para restringir el traslado a los precios. Ese es el régimen y de esa manera responden todos los países emergentes", amplió su defensa.