El Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), organismo estatal que decidió la inversión en Axis hace 22 meses, estaba integrado por el propio Caputo como uno de sus decisores principales, aunque en ocasión de votar, el entonces secretario de Finanzas (hoy ministro) se limitó a tomar nota de lo decidido por sus colegas de mesa, informó ANSES.
Del 1,9 millón de pesos abonados en concepto de comisión, 1,4 millón fueron a parar a las arcas de Axis, empresa dirigida hoy por Carlos Planas, ex socio de Caputo, en tanto que 500.000 pesos resarcieron el trabajo del banco de custodia, el Deutsche Bank, entidad que presidió el ministro de Finanzas entre 2003 y 2008.
El cálculo de la comisión se realiza por un corte diario en función de la cotización del fondo. Una fuente con acceso a la planilla de liquidación de la operación dio a conocer a Letra P el monto nominal abonado por el Estado.
OCULTAMIENTO OFICIAL. A lo largo de nueve meses de insistencia, ANSES, dirigida por Emilio Basavilbaso, dejó asentadas por escrito sus evasivas para suministrar un dato que debería ser público e incluso indujo a conclusiones equivocadas.
Bajo la administración de Cambiemos y con la dirección de Caputo, Basabilvaso y los secretarios de Hacienda y Política Económica, ANSES decidió invertir en fondos comunes de inversión, con el argumento de que las colocaciones en cuentas bancarias a la vista resultaban no rentables. El cambio de estrategia encontró a Axis en el camino de la administradora jubilatoria.
En su defensa, ANSES esgrime que la firma creada por Caputo fue tan solo una entre diez fondos comunes de inversión en los que el organismo decidió colocar activos. De todas formas, el interés particular del funcionario por Axis lo acompañó hasta bastante después de iniciado el mandato de Cambiemos.
César Rija, un ex intendente del edificio donde funciona Axis, sobre la calle Godoy Cruz, en Palermo, afirmó a la revista Noticias que Caputo siguió concurriendo a las oficinas por lo menos hasta septiembre de 2016; es decir, diez meses después de asumir como secretario de Finanzas.
Por ejemplo, el 31 de mayo de 2016, Caputo concurrió al edificio de Axis y se encontró con Planas y otra persona, según escribió Rija en un whatsapp fechado ese martes, cuyo registro conserva. Doce días antes, el FGS había decidido la inversión en el fondo común de inversiones. Fuentes privadas afirman que Rija actúa con animadversión porque está en conflicto laboral con la administración del inmueble.
La rentabilidad anual informada por ANSES sobre la inversión de 500 millones de pesos, que fueron retirados en forma paulatina en un lapso de un año, resultó del 32,5 por ciento, acorde a lo que otorgaba el mercado en ese tipo de colocaciones. En suma, el saldo neto fue de 90,1 millones de pesos.
El presunto conflicto de intereses entre el Caputo funcionario y el Caputo empresario derivó en una causa que tramita en el juzgado federal de Luis Rodríguez. Entre otros aspectos, los críticos cuestionan que ANSES apelara a un intermediario privado para invertir en letras estatales Lebacs, destino del fondo Axis de bajo riesgo en cuestión. En el pase de manos de Lebacs de Estado a Estado, un privado se llevó una cuantiosa comisión.
El caso Axis aparece asociado al affaire Noctua, la firma con sede en Miami y el paraíso fiscal Delaware que salió a la luz en el marco de la megafiltración Paradise Papers, de la que la primera es broker.
Si la inversión en Axis resultó un buen negocio no se sabe, aunque Anses no volvió a colocar fondos jubilatorios en ese destino, algo que una fuente privada atribuye a la intención de evitar cuestionamientos como los desatados a partir de la publicación original de Noticias.
Tras semanas de espera por la vía habitual de prensa, el 26 de septiembre pasado ingresó formalmente la consulta periodística a ANSES sobre “cualquier erogación estatal en beneficio de Axis relacionada al Fondo de Garantía de Sustentabilidad desde diciembre de 2015”. En una interpretación peculiar, la oficina de Basavilbaso respondió un mes y medio más tarde con una escueta línea: “El saldo neto final fue de 90.110.538 pesos”.
Ante un eventual error de comprensión, una segunda solicitud precisó que se requería saber “la comisión pagada al fondo Axis con motivo de la inversión en dicha firma por parte del FGS de ANSES en mayo de 2016”. Ocho semanas después, la respuesta incluyó párrafos dignos de la burocracia descripta por José Saramago en Todos los nombres:
1. Las comisiones son descontadas de la rentabilidad anual de los fondos, es decir, que las mismas son descontadas del patrimonio total de los respectivos Fondos Comunes de Inversión, y su rentabilidad anual es neta de las respectivas comisiones, se trata de costos tanto de la Sociedad Gerente como de la Sociedad Depositaria.
2. El total de la comisión cobrada por el Fondo Axis, Ahorro Plus Clase B, en la Operación de referencia era del 0.6% anual.
Con esos datos, este cronista procuró calcular el monto más benévolo para la ANSES (0,6% sobre la rentabilidad de 90 millones), que se tradujo en una nota publicada en Letra P el 3 de enero, en la que se dio cuenta de que la comisión abonada había sido de “al menos 540.000 pesos”.
La ley de Acceso a la Información Pública vigente determina en su artículo I que el Estado está obligado a brindar los datos requeridos con “máxima premura”, y exige a los funcionarios “buena fe” y “máxima divulgación” a la hora de canalizar una consulta.
En búsqueda de dicho espíritu, una nueva solicitud de información fue entregada el 29 de enero pasado, en la que se reclamó conocer “el monto pagado en pesos o en dólares al fondo Axis producto de la citada operación”.
Otras siete semanas llevó a Anses redactar un informe en el que explicó los motivos que llevaron al organismo a realizar la inversión y la naturaleza de los fondos comunes. El texto, firmado por el director de Despacho y Oficios, Agustín Cabezali, consideró haber cumplido con su obligación porque Letra P pudo deducir la comisión y redactar la nota del 3 de enero (es decir, Anses valida un monto—540.000 pesos— que sabe que es inferior al real) y, asombrosamente, evitó una vez más suministrar el dato requerido.
El cuarto reclamo, presentado el 16 de marzo pasado, no fue respondido al momento de redactar esta nota.
No obstante, una fuente privada permitió acceder a la información negada y corregir el dato dado a conocer el 3 de enero pasado.