A siete días del 36° aniversario del desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas, el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj completó parte de la accidentada hoja de ruta que el entonces vicecanciller Carlos Foradori y su par británico Alan Duncan firmaron en septiembre de 2016 y que en diciembre pasado ratificó el actual vicecanciller Pedro Villagra Delgado en Londres. Recién entonces la Cruz Roja Internacional contó con el mandato legal autorizado por ambos países para avanzar con el reconocimiento de los 123 soldados argentinos enterrados como NN en el Cementerio de Darwin, que este lunes visitaron familiares de los caídos, en un viaje que incluyó 248 pasajeros entre familiares, funcionarios, clérigos y periodistas.
Los restos que este lunes reconocieron algunos familiares en Darwin es el resultado de un trabajo de exhumación e identificación realizado por expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense del 20 de junio hasta el 7 de agosto de 2017. Lo hicieron junto al militar inglés Geoffrey Cardozo, que hace 35 años fue el encargado de inhumar los restos de 246 soldados en Darwin.
Entre la firma de la declaración conjunta inicial y la ratificación de diciembre pasaron 15 meses de virtual inactividad al respecto, salvo el trabajo de los antropólogos forenses. Ese trabajo fue clave para revivir lo que resta de ese polémico texto. El impulso fue retomado la semana pasada por el canciller Jorge Faurie, que saludó a los familiares de los caídos que iban a viajar, y por Avruj que los recibió este lunes en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. También le dedicaron sendos homenajes a Cardozo antes de viajar a Malvinas.
Este lunes, frente a los familiares, Avruj reivindicó la identificación como “la buena práctica” de “una política de Estado” que “comenzó durante el gobierno anterior en la obtención de muestras. Cuando ni bien asumimos, en diciembre de 2015, para continuar esta tarea nos faltaban muestras de muchos familiares. Cuando en diciembre (del año pasado) terminó la etapa identificación teníamos 88 héroes identificados, hasta que pudimos tener dos más”, celebró.
El paso siguiente tiene que ver con los vuelos privados entre el continente y Malvinas. Hasta hace un mes, la única empresa que se había presentado era American Jet y la Cancillería extendió los plazos por 90 días para que la ruta no quede virtualmente desierta, aunque también se sumó la aerolínea low cost Andes, que trasladó este lunes a la comitiva. Actualmente la aerolínea chilena LATAM es la única que hace el recorrido desde Santiago de Chile con escala en Río Gallegos antes de aterrizar en la base militar de Mount Pleasant y recién en mayo se sabrá si la iniciativa bilateral contará con alguna aerolínea privada que realice la ruta, también prevista en la declaración, donde “ambas Partes acordaron que serían establecidas conexiones aéreas adicionales entre las Islas Malvinas y terceros países. En este contexto acordaron el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección. Los detalles específicos serán definidos”, sostiene el texto.
ANTECEDENTES. De la declaración conjunta que firmó Foradori con Duncan en septiembre de 2016 no hubo avances significativos, salvo los sinsabores que tuvo que afrontar el entonces vicecanciller por parte de Elisa Carrió, que en aquel momento lo obligó a comparecer en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. La chaqueña estaba al frente de ese cuerpo legislativo y fue la primera en cuestionar el alcance de la declaración conjunta entre ambos países, que en aquel momento incluía intenciones para construir una agenda bilateral sobre “lucha contra la corrupción y el crimen organizado, ciencia y tecnología, derechos humanos, género, arte, cultura, educación, deportes, comercio, inversiones, G-20, OCDE y Malvinas”. La líder de la Coalición Cívica hizo tronar su furia por el útimo punto, acordado con Duncan por su amiga, la entonces canciller Susana Malcorra, pero formalizado por Foradori, quien tuvo que comparecer a la furia de la diputada.
El malestar de Carrió estaba centrado en el punto mas delicado de la declaración, referido al Atlántico Sur. “En un espíritu positivo, ambas Partes acordaron establecer un diálogo para mejorar la cooperación en todos los asuntos del Atlántico Sur de interés recíproco. Ambos Gobiernos acordaron que la fórmula de soberanía del párrafo 2 de la Declaración Conjunta del 19 de octubre de 1989, se aplica a este Comunicado Conjunto y a todas sus consecuencias. En este contexto se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Ambas Partes enfatizaron los beneficios de la cooperación y de un compromiso positivo de todos los involucrados”, sostiene el texto que fue presentado en el Foro de Inversiones que organizó el Gobierno en el CCK.
El texto plantea hacer un paréntesis sobre el tema de soberanía, pero avanzar respecto a los demás puntos, especialmente de intercambio y explotación económica. La pieza clave para destrabar ese punto tenía que ver con el reconocimiento de la identidad de los restos de los soldados enterrados como NN en el cementerio de Darwin.
Ese punto recién fue retomado en diciembre, cuando Villagra Delgado y Duncan rubricaron en Londres “el mandato conjunto autorizando al Comité Internacional de la Cruz Roja a iniciar el proceso de reconocimiento de los soldados argentinos no identificados enterrados en las Islas Malvinas, reiterando que los deseos de las familias involucradas son de la mayor importancia”, según informó la embajada argentina ante el Reino Unido luego del encuentro. El dato confirma que la declaración que cosechó la furia de Carrió en 2016 no se movió por más de un año y fue reactivado a fines del año pasado, con el objetivo de remover ese obstáculo para avanzar con los demás temas pendientes de la agenda bilateral, donde el capítulo económico podría incluir novedades en la explotación conjunta del Mar Argentino.
