La apertura del 136° período de sesiones ordinarias dejó anécdotas de dirigentes de todos los espacios en el recinto pero sin dudas una de las protagonistas más destacadas fue Elisa Carrió. La líder de la Coalición Cívica se cruzó en el recinto con algunos de sus clásicos adversarios pero evitó saludarlos. La vicepresidenta Gabriela Michetti le dijo “boludo” a Emilio Monzó con el micrófono abierto, mientras que el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, se abrazó con el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, entre otras perlitas de la jornada.
El ex presidente Eduardo Duhalde fue uno de los primeros en ubicarse en su asiento, al lado de los que estaban designados para los jueces de la Corte Suprema. Fue Juan Carlos Maqueda, juez nominado por el propio Duhalde para el máximo tribunal, quien se acercó rápidamente a saludarlo y se sentó cerca suyo. Minutos antes había ingresado al recinto Carrió, que abrazó de manera efusiva al diputado Héctor “Toty” Flores. Aunque estuvieron a pocos metros de distancia, la líder de la Coalición Cívica no saludó ni miró a Duhalde.
En el camino a su banca, Carrió también se cruzó con Martín Lousteau, con quien mantiene un duro enfrentamiento por su posición en la Ciudad. Tenso, el encuentro duró poco más de un minuto, e incluyó algunos risas incómodas de Lousteau, mientras Carrió lo agarraba del brazo. El ex ministro de Economía iba directo a saludar a Duhalde, que también mantuvo una charla cálida con Graciela Camaño y Miguel Ángel Pichetto.
A la charla que mantenían el ex presidente y el jefe del interbloque Argentina Federal en el Senado se sumó más tarde Ricardo Lorenzetti, otro blanco habitual de las denuncias de Carrió. Para entonces, la líder de la Coalición Cívica ya estaba ubicada en su banca, a metros de Lorenzetti y Duhalde, que se sentaron juntos.
Cuando la ceremonia estaba por comenzar, la vicepresidente Michetti protagonizó un blooper, cuando se dirigió al presidente de la Cámara de Diputados, Monzó. “Ayudame, boludo. No me dan pelota”, se escuchó que dijo Michetti, que pensó que los micrófonos no estaban tomando el audio de lo que sucedía en la presidencia de la Cámara.
Luego de que la vicepresidenta diera por iniciada la Asamblea, se pasó a un cuarto intermedio durante el cual los diputados y senadores aprovecharon para seguir intercambiando saludos. El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Rossi, se acercó a saludar a los jefes de las Fuerzas Armadas, a los que conoce de su paso por el Ministerio de Defensa. Delante de los uniformados se ubicaban los gobernadores presentes en la ceremonia. El salteño Urtubey fue el primero en girar para saludar a Rossi con un abrazo. Después, el jefe del bloque kirchnerista siguió con el resto de los mandatarios provinciales.
Afuera del recinto pasó un momento incómodo el diputado José Luis Gioja, a quien la Policía Federal no dejaba ingresar por el vallado ubicado en Sarandí y Rivadavia. “No puedo dar la vuelta porque no puedo caminar. ¿No sabés que me caí de un helicóptero?”, le decía Gioja al oficial, que se mantenía firme en su decisión de cerrarle el paso e indicarle que debía ingresar por la calle Sarandí. “Soy el vicepresidente de la Cámara, no quiero privilegios pero usá el sentido común”, le pedía el ex gobernador de San Juan. Tras hacer una consulta con sus superiores, los agentes policiales finalmente le abrieron el paso a Gioja, que fue uno de los últimos en ingresar al recinto.