CONFLICTIVIDAD GREMIAL

Sica designará en Trabajo a un hombre de Dietrich y gana poder

El ministro de Producción planea nombrar al ex gremialista Lucas Aparicio, un funcionario que había sido desplazado por Triaca. Dudas sobre el futuro de Luis Miguel Echevehere.

Cuando se cumpla una semana de la salida formal de Jorge Triaca de la Secretaría de Trabajo, Dante Sica hará pública una decisión que ya tiene tomada desde hace dos semanas: Lucas Fernández Aparicio asumirá como reemplazante. La designación traerá aparejados cambios en el organigrama del Ministerio de Producción y Trabajo, que concentrarán aún más las decisiones y el control de todas las áreas en manos de Sica. Según el esquema del empoderado ministro, Trabajo va a perder el estatus de secretaría de Estado y quedarán totalmente bajo su órbita.

 

Pese a que fuentes oficiales dan por hecha la designación, en el Ministerio de Producción se limitaron a reconocer que es uno de los nombres en danza para incorporar al gabinete, mientras que en el Ministerio de Transporte, donde reporta actualmente Aparicio, no disimulan el pase. "Es muy probable su incorporación a Producción para colaborar en temas gremiales", le dijeron a Letra P en el entorno de Guillermo Dietrich.

 

La llegada de Aparicio a Trabajo tiene gusto a revancha. En agosto de este año, Triaca lo había corrido del cargo de secretario de Atención Ciudadana y Servicios Federales en medio de la guerra fría con Dietrich, que lo repatrió a Ferrocarriles Argentinos. Abogado de profesión y con un perfil público muy bajo, Fernández Aparicio es una pieza clave de Dietrich para el trato con los gremios del transporte, con los que desarrolló una relación con altibajos, aunque sus intervenciones no se limitan exclusivamente a ese sector.

 

 

Con una extensa trayectoria en el mundo sindical, fruto de su participación en UPCN, donde llegó a ocupar un lugar en el Consejo Directivo Nacional, fue el negociador en conflictos tan disímiles como las gestiones para cerrar acuerdos salariales con los colectiveros, algo que crispó la relación entre Sica y Triaca, hasta las reincorporaciones de trabajadores públicos despedidos durante los primeros meses de Pablo Avelluto al frente del ahora ex Ministerio de Cultura. No son pocos los sindicalistas que lo señalan como el artífice oculto del desplante de los gremios del transporte al fallido paro general de CGT a fines del año pasado.

 

Lo cierto es que, desde su disgnación, Sica trató de diferenciarse de Triaca buscando relanzar la relación con los sindicatos, principalmente con los jefes de la CGT. La convocatoria a una negociación por un bono de fin de año y un acuerdo para trabar despidos gatilló la suspensión del quinto paro general contra el gobierno de Cambiemos, un acuerdo que sirvió para escenificar ese cambio de paradigma. La llegada del presidente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE) fortalecerá entonces esa impronta en momentos en los que se agitan futuros conflictos con los gremios del transporte.

 

 

 

A pesar de la suspensión del paro que se suponía que la CGT iba a realizar en los prolegómenos de la cumbre del G20, los gremios agrupados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que conduce Juan Carlos Schmid azuzaron la posibilidad de lanzar nuevas medidas de protesta por demandas sectoriales, en particular por el impacto del impuesto a las Ganancias y la situación de Aerolíneas Argentinas. Conocedor de todos esos actores, se espera que Aparicio tercie en esta situación.

 

CAMBIOS QUE GOLPEAN A ETCHEVEHERE. Durante las últimas semanas, el fantasma de nuevos cambios en el gabinete recorrió los despachos oficiales, una versión que se reavivó durante la semana que pasó. En esos movimiento se enmarcarán las modificaciones dentro de la cartera que dirige Sica y que, prometen, sacudirán al organismo en varios frentes.

 

Cuando se conoció la renuncia de Triaca, Sica aseguró que no tendría reemplazo. Todo indica que cumplirá su palabra, porque la Secretaría de Trabajo dejará de existir con la jerarquía que tuvo hasta ahora. Con la intención de concentrar todo el poder en sus manos, el ministro ya tendría el visto bueno del Ejecutivo para que esa dependencia quede completamente bajo su órbita, dejando de ser una Secretaría de Estado y adoptando el carácter de Secretaría Ministerial. Fuentes oficiales señalan que estos cambios prefiguran lo que puede pasar con la otra secretaría, la de Agroindustria, que conduce Luis Miguel Etchevehere.

 

Un funcionario con vasta experiencia en esa cartera confió que miran "con atención los inminentes cambios, pensando en que lo que suceda será el un antecedente para lo que le espera a Echevehere". La preocupación tiene fundamentos. Golpeado por la degradación de su cartera y por los cambios tributarios para el sector agropecuario, el secretario de Agroindustria tiene una inocultable mala relación con Sica.

 

En su afán de concentrar las decisiones de su cartera, el ministro de Producción le partió el frente interno al ruralista cuando ascendió de manera inconsulta a una funcionaria de su propio entorno. Se trata de Marisa Bircher, una colaboradora de Echevehere que en octubre fue promovida al cargo de secretaria de Comercio Exterior, desde el cual comenzó a reportar directamente a Sica. Esa designación y varias zancadillas que el ruralista le dedicó a ministro habrían sellado su suerte.

 

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Emilio Pérsico

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