El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, se mostraron nuevamente juntos. Esta vez fue en el partido inaugural de la Liga Nacional de Básquet, entre el recién ascendido, Libertad de Sunchales, y el último campeón, San Lorenzo, disputado en el estadio de Unión en la ciudad de Santa Fe.
Lammens viajó invitado por el propio gobernador y se los pudo observar conversando durante todo el cotejo, que tuvo como vencedor al azulgrana por escaso margen.
En el entretiempo, Lifschitz le obsequió una placa a los presidentes de San Lorenzo y Libertad de Sunchales, algo que el mandatario santafesino replicó en su cuenta de Twitter, agradeciendo especialmente la visita del presidente azulgrana.
Ambos forjaron un vínculo personal, más allá de sus distintas funciones, a base de reuniones, asados y compartiendo visiones e ideología, algo que desde sus círculos íntimos refuerzan con la idea de que sueñan con el resurgimiento de una coalición progresista como fuerza nacional.
Luego del partido, Lifschitz y Lammens compartieron una cena. Hablaron “del futuro, de la actualidad política de la Argentina y la posibilidad de coincidir dentro de un proyecto político”.
Lifschitz no descansa en su objetivo de construir, “sin apuro”, aclaran a su lado, un espacio con perfil propio, que sea novedoso y que muestre “signos de renovación en la Argentina”, en el que pueda tomar todo lo que está por fuera de los dos extremos de la polarización, agregando candidatos jóvenes que tengan una misma visión de futuro para el país.
En tanto, el presidente de San Lorenzo se mueve y camina hacia una candidatura en la Ciudad de Buenos Aires. “Tal vez, Lammens se haya llevado más que un triunfo de básquet de la ciudad de Santa Fe”, especularon al lado del gobernador.