El PRO lo buscó varias veces. Le ofrecieron ser legislador, “sumarse”, ser parte del partido que fundó el presidente Mauricio Macri. Matías Lammens rechazó una y otra vez esas ofertas y se recluyó en el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, que conduce en tándem con Marcelo Tinelli desde 2012. Siempre respondió lo mismo: explicaba que no era el momento y, veladamente, que no coincidía ideológicamente. Pasó el tiempo y la situación cambió radicalmente: está decidido dar su salto a la política de la Ciudad de Buenos Aires y para 2019 se ve como jefe de Gobierno de una opción de centroizquierda.
Ese deseo, que se los cuenta a sus íntimos hace tiempo, le genera problemas internos y nuevos cruces con el conductor de Showmatch, con quien mantiene discusiones por su “comportamiento” en la interna de la Asociación del Fútbol Argentino. Socios en la cotidianidad del club de Boedo y aliados para levantar a la institución luego de años de depresión económica, social y futbolística, la confianza mutua que se tienen disminuyó con el tiempo.
El oriundo de Bolívar recibió comentarios sobre los cuestionamientos que el empresario bodeguero le propina en público y ante otros dirigentes de la AFA. En tanto, la Comisión Directiva cuestiona a Lammens por su “desaparición” de la vida diaria del club debido a su constante vínculo con la política de la institución de la calle Viamonte, por su intención de quedar al frente de la Superliga, y, también, por el trabajo en su armado político.
Lammens apuesta a formar un armado de centroizquierda para “ocupar” el espacio que, según cree, dejaron “vacantes” el Frente para la Victoria y el frente ECO en la última elección que consagró a Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno, quien, además es, junto al ministro Rogelio Frigerio, uno de sus amigos en el PRO.
Por el momento, su equipo de confianza le diagramó dos actividades: bajadas a distintos barrios en el marco de actividades de la Fundación Padre Lorenzo Mazza y reuniones con asesores y expertos en temáticas y problemáticas de la Ciudad, como salud, economía y educación.
Su objetivo, aunque parece distante, es quedarse con la Jefatura de Gobierno en 2019. El desembarco en la Ciudad le avecina otro conflicto con Tinelli, que arrastra una amistad de años con Rodríguez Larreta cristalizada, entre otras cosas, por la presencia del secretario de Descentralización de la Ciudad en San Lorenzo. Sergio “Chiche” Costantino es protesorero, aunque Lammens lo mira de reojo.
El vínculo entre Larreta y el presidente de San Lorenzo es vox populi y se puede ver en los “gestos” de la Ciudad para la institución: la ayuda del Gobierno para lograr la vuelta a Boedo, el asfaltado de los límites de la Cancha y el sponsor de la banca pública local.
Militante de la izquierda del Colegio Nacional Buenos Aires y otrora compañero de aventuras políticas de Andrés “el Cuervo” Larroque, con su armado político Lammens colaboraría con el PRO. Su frente electoral sería funcional a Larreta en caso de que el ex jefe de Gabinete porteño busque ser reelecto en la Ciudad. Además, su virtual desembarco en la Ciudad estará ligado a qué hará con su rol en el club: en diciembre hay elecciones y aún no sabe si buscar la reelección o iniciar su propio camino político partidario.
Por estas horas, el titular de San Lorenzo repite que su “adversario” es el embajador argentino ante Estado Unidos, Martín Lousteau. Si compite en 2019 y el ex candidato a jefe de Gobierno, que pudo ponerle fin al sueño del macrismo durante las elecciones porteñas, también se anota, terminaría haciéndole un favor al PRO.
El jefe de Gobierno sigue de cerca las aspiraciones de su amigo. Conoce estas experiencias: en 2015 trabajó para que se cree el frente ECO en desmedro de su adversaria interna, Gabriela Michetti. Ese invento se convirtió en una espada de Damocles para el actual alcalde: coronó a Lousteau, que capitalizó la oportunidad y casi le gana el distrito en el ballotage. Todavía se habla de qué pasará con “Guga” y los efectos de que compita en la Capital en 2017 o 2019, tras su debut en el armado que diagramó Larreta junto a Daniel Amoroso y Enrique “el Coti” Nosiglia.
Al mismo tiempo, Tinelli libra su propia batalla contra el Gobierno y con la máxima autoridad nacional. Acaso por enojos tras la victoria de Macri en la AFA o por los cruces en torno a los “trolls” de PRO y la vinculación con la imitación del presidente que se hace en Showmatch, la relación entre estos “viejos amigos”, como ellos mismos se dicen, no es la mejor en la actualidad. Lammens presenta su jugada como personal y por estas horas está distanciado de Tinelli pero, por obra de la casualidad, ambos se encuentran en tensión con el macrismo.
Lejos quedaron los días de felicidad del mes de febrero cuando Macri, Tinelli, Larreta y Lammens compartieron, sonrientes, una clínica de Tenis junto a Rafael Nadal en las instalaciones de la Ciudad Deportiva del club.
En paralelo, mientras dirigentes de ambos espacios buscan apaciguar ánimos, las agrupaciones políticas del PRO avivan el fuego cruzado: La Solano Lima convocó a un "apagón" contra el conductor de Bolívar en las redes sociales.