El gobierno de María Eugenia Vidal efectuó este viernes el último tramo del año de emisiones de Letras del Tesoro por un total de $3.217.574.184. Decidió, así, adjudicar poco más de la mitad de las propuestas realizadas en esta licitación, que alcanzaron un nivel de $6.337.343.383. Lo hizo a través de dos letras: una a 63 días con una tasa de interés implícita de 45% (por $1.724.550.337) y otra a 98 días con una tasa de 47% (por $1.493.023.847).
Con el pago de aguinaldos ya cancelado, el Ejecutivo bonaerese salió este mes al mercado primario con una emisión significativamente más baja que la realizada en noviembre, cuando adjudicó letras por más de $9.200 millones, al tiempo que omitió recurrir a la emisión a 28 días, como lo había hecho en los tres meses anteriores.
También se registró una leve merma en las tasas de interés con respecto al bimestre anterior, pero, de todas formas, se posaron entre las más elevadas del turbulento 2018.
Esta emisión se da días después de que la Provincia haya tenido que desembolsar un monto similar (más de $3.500 millones) en concepto de intereses por dos bonos en dólares emitidos durante la actual gestión.
La licitación se realizó en dos tramos: segmento Competitivo (ofertas superiores a $1 millón) y No Competitivo (menores a $1 millón). En el primero, se adjudicaron 34 ofertas por $2.422.925.801, mientras que en el segundo, 786 ofertas por $794.648.383.
Tal como fue detallando Letra P durante la segunda mitad del año, mientras que en enero la Provincia había emitido Letras con plazos que alcanzaron los 182 días y con tasas de interés del 26% promedio, el impacto de la turbulencia cambiaria y los crecientes compromisos en moneda extranjera hicieron que las emisiones de letras exhibiesen plazos más estrechos y tasas en pesos mucho más altas, una receta financiera de urgencia para hacerse de recursos que, en buena medida, agigantan la bola de nieve del endeudamiento vidalista.