Las empresas petroleras vuelven a aumentar el precio de sus combustibles y, esta vez, el alza será de hasta un 7% pese al retroceso de la cotización del dólar y de la baja del petróleo.
Los incrementos tendrán una variación según el tipo de combustible: un 5% para la nafta súper, 7% para el diésel, 3,6% para la Premium y 4,1% para el gasoil.
Desde la industria petrolera, explicaron que este nuevo ajuste se debe a que aún se registra un retraso de los precios internos con respecto a los valores internacionales.
El presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines (Fecac), Gabriel Bornoroni, confirmó que la suba fue aplicada por Axion Energy, pero consideró que las petroleras YPF y Shell se sumarán al ajuste de precios entre el sábado y domingo.
Con el nuevo aumento en el precio de las naftas, el promedio acumulado anual llegará a más del 75%, es decir, casi el doble que la variación del índice general de precios al consumidor, y más del triple de la suba media de los salarios.
El impacto de estos aumentos ya se empieza a sentir en el consumo. Según informes de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de Argentina (CECHA), la venta de combustibles sufrió una caída interanual del 6,65% en septiembre.
Hubo un derrumbe en los despachos de nafta premium con una baja de 27,50%. El gasoil baja 7,84% y la súper, 4,95%, siempre en comparación con setiembre de 2017.
"Hasta ahora la gente venía restringiendo calidad de producto, migrando de la premium a la súper, por eso la demanda general se mantenía relativamente estable", explica Carlos Gold, presidente de CECHA.