Con la excusa de la celebración de los 35 años de democracia, el socialista Miguel Lifschitz, los ex diputados Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín y otros referentes del progresismo se reunieron este jueves en el Palacio Alsina, en el centro porteño, y plantaron la semilla de una alternativa política para las elecciones 2019, lejos del oficialismo de Cambiemos y del peronismo.
El encuentro fue organizado por Alfonsín y Stolbizer, con el objetivo de rendir homenaje a Raúl Alfonsín por el triunfo del 30 de octubre de 1983 y de empezar a mostrar un armado progresista nacional, que podría terminar en 2019 en una candidatura presidencial del gobernador Lifschitz.
Llamó la atención en el encuentro progresista la presencia de Florencia Casamiquela, compañera de fórmula de Florencio Randazzo en la lista de aspirantes al Senado en las elecciones de 2017. El ex ministro del Interior bajó súbitamente el perfil después de esa experiencia electoral fallida. Y se mantiene al margen de la actividad que desarrollan los diferentes grupos del peronismo en el proceso de construcción de alternativas al gobierno de Cambiemos. Una explicación a la presencia de la randazzista se escuchó este jueves en el Palacio Alsina: Randazzo y Alfonsín mantienen un estrecho vínculo personal.
Si bien durante su discurso el rosarino esquivó las definiciones, dejó en claro el llamado del espacio a formar “una nueva mayoría”, de la que separó de manera explícita al PJ y a Cambiemos.
“No es el tiempo de candidaturas ni de lanzamientos, pero sí es el tiempo de construir las bases de un proyecto nacional para una democracia con poder”, dijo el gobernador, que llamó a generar “una representación” en 2019 aunque pidió “no generar una coalición anti” y “salir de la grieta”.
Lifschitz apuntó en duros términos contra el Gobierno. Afirmó que “la famosa revolución de la alegría no va a llegar” y que “se ha intentado llevar adelante un plan económico que no es más que una variante aggiornada del neoliberalismo”.
El santafesino también se diferenció del peronismo, al decir que tiene “mayor responsabilidad” en la situación del país por la cantidad de años que gobernó desde la vuelta de la democracia. “Nosotros no tenemos que hacernos cargo de los bolsos de (José) López ni de la privatización de YPF ni del desastre de la economía”, dijo.
“No podemos dejar a nuestro país sin alternativa. Tenemos que volver a tener una democracia con poder frente al poder financiero, los lavadores, los mercados, los buitres, los que fugan dinero”, dijo Lifschitz tras elogiar a Alfonsín por el Juicio a las Juntas, el divorcio vincular y por su respuesta a “los oligarcas de la Sociedad Rural”, entre otras cosas.
El santafesino fue el segundo orador del acto que cerró Alfonsín, quien también llamó a hacer “un gran acuerdo entre los partidos políticos” y evitar la “desideologización” de la sociedad. “El mercado no construye equidad. Es tarea de la política construir sociedades justas, equitativas”, dijo el ex diputado, que alertó por el “crecimiento de la ultraderecha” en distintos países del mundo, como Francia, Italia, Suecia y Brasil.
“Estamos obligados a construir un nuevo sueño, una fuerza verdaderamente potente y con capacidad de ganar”, había dicho antes Stolbizer, la primera oradora entre los dirigentes. La ex diputada disparó contra Cambiemos al decir que le da “vergüenza” que “algunos entiendan que la pobreza se resuelve con propinas de los ricos a los pobres”. “Rechazamos idea del Estado que deja abandonados a todos a su propia suerte”, dijo.
Los discursos de los dirigentes estuvieron precedidos por las palabras del filósofo Alejandro Katz y la ensayista Beatriz Sarlo. Entre los invitados estuvieron el ex gobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti, el dirigente radical Juan Manuel Casella, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, y el referente social Humberto Tumini.