El gobernador de Santa Fe, Miguel LIfschitz, sumará este jueves otra foto política de resonancia: recibirá al diputado nacional Martin Lousteau, con quien años atrás peleó por construir una fuerza alternativa, progresista, a nivel país. De vínculo frecuente con más de un mandatario peronista, el socialista repite postales que traerán rebote a la espera de que se abra un hendidura para colarse en el escenario nacional.
“Va a recibir a todo el mundo”, cuentan al lado del mandatario santafesino.
Hace menos de una semana se vio con su par de Salta, Juan Manuel Urtubey, este martes se encontró con Matías Lammens, quien analiza lanzarse como candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y ahora llega Lousteau.
Pero abrir tanto el abanico le provoca ciertas fisuras al gobernador del PS. Apretado, debió blanquear que, pese a la repetición de imágenes, no se acercará al peronismo de cara a 2019 electoral. “Nosotros vamos por otro lado”, avisó. Le tocó mostrar sus cartas.
Lifschitz y Lousteau “tienen buena onda”, resume el presidente de la UCR en Santa Fe, Julián Galdeano. El diputado se arroga ser el mentor de la visita a Rosario del ex embajador en Estados Unidos, quien primero se reunirá con el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Héctor Floriani; luego se encontrará con dirigentes ucerreístas y más tarde con Lifschitz. Finalmente, dará una charla titulada “Coyuntura y perspectiva para la economía argentina”.
“Vienen teniendo diálogo bastante frecuente, más allá de que no sean del mismo partido; no sé dónde terminará Lifschitz, pero Lousteau tiene un compromiso con el radicalismo”, dice Galdeano, acaso el mayor equilibrista de la política provincial, ya que mantiene un pie en el Frente Progresista y otro en Cambiemos.
La “no obsecuencia” del legislador de Evolución Ciudadana seduce al gobernador, considera Galdeano. “Esa cierta independencia de su mirada política es atractiva para sectores que hoy no están en Cambiemos”, arguyó.
A la par de su coqueteo con lo nacional, Lifschitz no pierde de vista el pago propio. No será candidato a gobernador, pero pugnará, probablemente desde la Cámara de Diputados, por cuidar gran parte de su cuota de poder. Juega a dos bandas, por el momento.