En el conflicto salarial con los trabajadores del Estado más extenso de los últimos tiempos en la provincia de Buenos Aires (ocho meses, con decenas de medidas de fuerza), el factor desgaste comienza a hacer su efecto en la principal herramienta para la visibilización de una protesta: la movilización. Este jueves, a pesar de confluir en un mismo plan de acción los docentes, los médicos, los judiciales y los estatales, con el respaldo de operarios del Astillero Río Santiago, bancarios y organizaciones sociales, la marcha que desembocó en la Gobernación bonaerense, aunque nutrida, no contó con el masivo marco que supo exhibir en otras ocasiones este mismo año.
En el escenario montado frente a los portones de una Casa de Gobierno marcadamente custodiada por personal policial, los representantes del arco gremial que se manifestó este mediodía no arriesgaron un número de participantes a la marcha, como sí lo habían hecho en otras ocasiones, pero dejaron en claro que el paro en todos los sectores “fue contundente”, al tiempo que hicieron mención a los intentos de la administración de María Eugenia Vidal por minar la unidad de los trabajadores y realizar maniobras tendientes a intimidar a quienes adhieren a las medidas de fuerza.
“El ministro de Trabajo (Marcelo Villegas) es un sinvergüenza. Hoy me contaron que envió a inspectores a sacarle fotos al registro de firma de los docentes, a inspeccionar las escuelas. Villegas: si hubiera mandado inspectores a Moreno antes de lo de Sandra y Rubén, cumpliendo con su responsabilidad, seguramente que Sandra y Rubén hoy estarían con nosotros. Lo vamos a denunciar por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, apuntó durante el acto el secretario General del Suteba, Roberto Baradel.
Por su parte, el titular de ATE bonaerense, Oscar De Isasi, hizo un reiterado llamado a la “unidad y masividad”, a la vez que apuntó contra los gremios estatales que acordaron días atrás con el vidalismo un incremento salarial del 30% (ya por debajo de la inflación a septiembre): “Rechazamos el aumento salarial del 30% en relación a los salarios de diciembre, pero no porque somos oposición política, sino porque no vamos a admitir pacíficamente, ni vamos a firmar una pérdida del poder adquisitivo no menor al 15%. Si bien ellos tienen una corte de adulones y alcahuetes que firman cualquier cosa, nosotros estamos dispuestos a derribar cualquier acuerdo de gobernabilidad con sus socios sindicales”.
“El gobierno no quiere las paritarias, no quiere democratizar las relaciones laborales. Convoca porque no le queda otra, porque la ley lo obliga." (De Isasi)
En abril pasado, cuando los mismos gremios que mantienen una sintonía fina con el vidalismo habían cerrado la paritaria al 15%, De Isasi sostuvo: “La agachada fue siniestra”. Consultado por Letra P ante este nuevo consenso al que arribaron esas mismas partes, el titular de ATE reeditó aquella apreciación: “También fue una agachada”. Y ahondó: “El gobierno no quiere las paritarias, no quiere democratizar las relaciones laborales. Convoca porque no le queda otra, porque la ley lo obliga, pero cuando nos reunimos, nos dice lo que va a hacer, y nos dice que va a bajar el poder adquisitivo. Entonces, nosotros resistimos y por eso nos movilizamos hoy”.
Por su parte, el secretario general de la AJB (Judiciales), Pablo Abramovich, señaló sobre la articulación multisectorial: “Seguramente no fue la unidad más fuerte que pudiéramos haber construido, pero sí fue una unidad que nos permitió conseguir algunas cosas. Contra esos objetivos de la gobernadora, después de nueve meses seguimos dando batalla. El objetivo del gobierno era cerrar la paritaria con el modelo de cierre de la paritaria estatal a nivel nacional, esa que cerraron vergonzosamente con el 15% y tiene una revisión posible recién para febrero. Por eso, si bien rechazamos rotundamente este 30% porque está muy por debajo de las proyecciones de inflación, tenemos que reconocer que, por la pelea que venimos dado, construyendo unidad, hoy hay un piso de la propuesta salarial que es el doble que el gobierno provincial pretendía cerrar para el conjunto de estatales provinciales”.
EL CÓCTEL DE VIDAL. Iniciando la primera jornada del paro por 48 horas, los distintos representantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) insistieron en subrayar que no van a aceptar “un acuerdo salarial a la baja” y apuntaron contra la “ausencia de diálogo” que promueve el Ejecutivo: “En usted, señora gobernadora, se concentra un cóctel peligroso entre abandono, desidia, insensibilidad, autoritarismo, ajuste e incapacidad. Eso no lo queremos y no lo vamos a permitir”, arremetió Baradel para señalar que la mandataria bonaerense “pretende convertir la paritaria docente en una oficina de notificaciones del gobierno”.
“Hagan lo que hagan, digan lo que digan, no va a conseguir de estos dirigentes sindicales que le firmen una pauta salarial a la baja a espaldas de los compañeros”, aseveró.
En esa línea, el titular del Suteba apuntó: “Gobernadora, en lugar de pelearse con el Presidente a ver quién va a ser candidato el año que viene, ¿por qué no prueba con gobernar la provincia? En lugar de ir a dar un reportaje al Coloquio de IDEA ¿por qué no prueba resolver las 500 escuelas que hace más de dos meses que no tienen clases en la provincia de Buenos Aires? En lugar de mentirle a la sociedad, ¿por qué no prueba con decir la verdad, con escuchar a los trabajadores? Ésta debe ser una de las peores gestiones que ha tenido la provincia de Buenos Aires sin lugar a dudas”.
Para cerrar, así como se prevé la semana que viene un paro nacional y movilización “contra el recorte de presupuesto en educación”, se anunció que se tiene estipulado un plan de acción gremial “contra del recorte del presupuesto provincial”.