A doce días de la segunda vuelta electoral en Brasil, el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro se comunicó con el presidente Mauricio Macri para repasar el escenario de cara al segundo turno del domingo 28 y el estado de la relación entre ambos países.
Según comunicó el Gobierno, “mantuvieron una cordial conversación en el marco del actual proceso electoral de Brasil y la relación estratégica entre ambos países”. Tras su triunfo en la primera vuelta, en la que obtuvo más de 49 millones de votos (46%), Bolsonaro admitió que, de resultar electo, quería reunirse de inmediato con el Presidente. “Le mando un abrazo a Macri, que terminó con la Dilma Kirchner”, soltó en alusión a la cercanía entre los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff.
Además, esa misma semana Bolsonaro llevó tranquilidad al adelantar que no planea abandonar el Mercosur y que su gobierno seguiría fomentando el comercio entre los países latinoamericanos. No obstante, aclaró que sería de una manera "distinta" a la llevada adelante por las administraciones del Partido de los Trabajadores que, según su visión, privilegió "la ideología" antes que los negocios.
El Gobierno, a diferencia de lo ocurrido en la elección entre Donald Trump y Hilary Clinton, cuando tomó partido por la segunda, optó por no inclinarse por ninguno de los contendientes en el país vecino. La Cancillería apuesta a repetir la estrategia y no hará gestos para el diputado Bolsonaro ni para el candidato de Luiz Inácio Lula Da Silva y del PT, Fernando Haddad.