Detrás de la “superprudencia” que mencionó el jefe de Gabinete Marcos Peña sobre las pericias de Gendarmería respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman, dentro de la Casa Rosada asumen que la defensa abierta de la “nueva hipótesis”, correrá por cuenta de la diputada nacional Elisa Carrió, que esta semana se metió de lleno en la campaña electoral para antagonizar directamente con Cristina Fernández de Kirchner. El dardo fue lanzado desde la candidatura porteña de Carrió al otro lado del Riachuelo, para disputar discursivamente con Cristina, primera aspirante para el Senado de Unidad Ciudadana. La bravata de la chaqueña confirma el rol que jugará en territorio bonaerense durante la campaña, pero la estridencia de sus palabras son multiplicadas por el notorio silencio de su aliada en el caso Nisman: la actual ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
“En estos días Pato estará alejada de los medios”, reconoció un alto funcionario de Balcarce 50, en referencia al notorio segundo plano de la titular de la cartera de Seguridad respecto a un tema que construye discursivamente desde que fue diputada de Cambiemos, y compañera de bancada de Carrió y la actual titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso.
“Ella no dijo nada diferente a lo que declaró ante la fiscal hace dos años, y fue en el diálogo que tuvo en Facebook junto con Horacio Rodriguez Larreta, no dijo nada nuevo”, relativizó un vocero de la líder de la Coalición Cívica ante las consultas de Letra P. “Por ahora no tenemos nada agendado al respecto”, concluyó la fuente sobre un nuevo pronunciamiento de la chaqueña cuando se conozca la versión final de la pericia de Gendarmería, realizada por 18 expertos, que sostienen que el fiscal de la causa AMIA fue maniatado y asesinado por dos personas en su departamento en 2015.
Carrió dijo entonces que Nisman había sido asesinado por orden de la entonces presidenta, y en esa línea arremetió este miércoles. Al día siguiente Peña buscó mostrarse prudente, pero en rigor, los dos socios de Cambiemos piensan lo mismo, y coinciden con la apreciación del jefe del Estado.
Desde la cartera de Justicia el encargado de darle actualidad a las acusaciones de Lilita, fue Garavano, que pidió "prestarle mucha atención”. Aunque no fue más lejos, sostuvo en declaraciones radiales que Carrió “debe tener elementos" para sostener semejante acusación. “Es una persona muy informada que en otros casos ha señalado cosas que luego se han verificado como ciertas”, definió Garavano en una línea acorde con las palabras de cautela de Peña, que pidió ser “superprudentes” sobre la muerte del fiscal federal, pero ponderó la pericia de Gendarmería, realizada por 24 expertos y anticipada por voceros de esa fuerza desde hace semanas.
El cuerpo del difunto fiscal también fue peritado por el Cuerpo Médico Forense , a través de 13 expertos, y por otros 4 de la Policía Federal. En el primer caso concluyeron que no hubo homicidio y en el segundo aseguraron que fue un suicidio, dos conclusiones similares, pero totalmente distintas a la pericia de Gendarmería, que confirma las acusaciones más duras del oficialismo contra la ex presidenta desde el 18 de enero. Carrió acusó este miércoles que "fue el gobierno (de Cristina Kirchner) el que mató a Nisman. Hubo autoría y encubrimiento del gobierno (anterior), ya lo hemos dicho. Era obvio, hasta grosero, que al fiscal lo habían matado", disparó la diputada, en un mensaje similar al que dejó sentado en tribunales hace dos años, ante la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini.
Fuentes judiciales confiaron que el informe de Gendarmería será entregado este viernes al juez federal Fabián Ercolini, que tiene en sus manos la investigación sobre la muerte del fiscal.