La Cámara Nacional Electoral (CNE) oficializó cómo será el estreno del sistema de reconocimiento biométrico para los votantes argentinos que se aplicará en las próximas primarias de agosto. Será mediante una prueba piloto que se realizará en las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones y Salta. Tendrá un alcance sobre 27 localidades, que contienen 18 secciones y 46 circuitos electorales, distribuidos en 110 escuelas que tendrán 1.052 mesas abiertas para que la prueba pueda ser utilizada por un universo de 362.460 electores. La novedad promete abrir una controversia por los cuestionamientos de expertos en materia de seguridad y por los antecedentes de la firma que estará a cargo de la implementación.
La aplicación del sistema consiste en la utilización de un sistema que reconoce la huella dactilar en la mesa de votación, pero la prueba piloto no impide la votación del elector. “La utilización de dispositivos de verificación no reemplaza al padrón electoral impreso ni a la acreditación de identidad según el procedimiento tradicional”, remarcaron voceros de la CNE.
La operación llamada “Prueba Piloto – Frontera Norte” tendrá un costo total de 25.189.750 pesos, que fueron licitados por el Consejo de la Magistratura y adjudicados a Smartmatic International Holding BV Sucursal Argentina, la filial local de Smartmatic International. Es la empresa que tuvo en sus manos la realización del referéndum presidencial de Venezuela en 2004.
Desde entonces, la compañía tuvo la gestión de distintos comicios electorales en el país caribeño y en otras partes del mundo, pero esta semana volvió al centro de la situación política de la tierra bolivariana cuando denunció que fue manipulado el dato sobre la participación de votantes en los comicios para la nueva Asamblea Nacional Constituyente, que convocó el presidente Nicolás Maduro.
Ante las consultas de Letra P, fuentes de la Cámara Nacional Electoral explicaron que en la licitación participaron cinco empresas y que Smartmatic ganó por presentar la mejor oferta de la compulsa.
Se trata del desembarco del registro de datos biométricos en una elección nacional y su aplicación ha generado cuestionamientos y críticas por la falta de garantías técnicas para la preservación de la identidad de los votantes. Uno de los principales críticos de este sistema es la Fundación Via Libre, que ha demostrado las fallas técnicas del voto electrónico y también de las fallas de seguridad del sistema de identificación que la CNE presentó este jueves.
CRITICAS DE EXPERTOS. Para el especialista en sistemas de seguridad de la información Enrique Chaparro, que integra el equipo de la Fundación Via Libre, “la identificación biométrica siempre ha sido un problema porque es un buen identificador, pero es un mal autenticador”, detalló y ejemplificó: “Son malos como autenticadores para reconocer que esa persona que tiene ese dato biométrico lo está realizando por su voluntad. La posibilidad de fraguar datos biométricos es muy alta”, señaló.
Además, dijo, “existe la posibilidad de perder el secreto del voto, es decir, de identificar a quién vota. Hay urnas que tienen un dispositivo de lectura que están conectados por un cable. Me resulta muy difícil convencer a alguien de que ese cable no permite asociar el dedito con el voto y, de todos modos, aunque asi no fuera, es posible que alguien te diga 'votanos a nosotros' porque tenemos cómo saber a quién votás aunque no sea cierto”.
Entre los riesgos, agregó el experto, también está “el control de los metadatos y, si bien no sabe por quién está votando, también puede saber cuánta gente está votando en tiempo real; quien tenga el manejo de esos datos puede trabajar sobre esas zonas para acarrear votantes”.
LA EXPLICACIÓN OFICIAL. Según los detalles aportados por la CNE durante la presentación, tales riesgos no tienen ese peso. “La información se encuentra cifrada, a fin de que solo pueda utilizarse en el dispositivo y previa autenticación a través de usuario y contraseña”, pero además el aparato biométrico “no se conecta a ninguna base de datos o servidor central, sino que cada dispositivo contiene cifrado, en una memoria micro SD, el padrón de la mesa. La base de datos de electores que contiene los datos biográficos y huellas que se incorporarán en cada dispositivo es instalada y consolidada en un servidor de la CNE, bajo las condiciones de seguridad establecidas por la Dirección de Seguridad Informática del Poder Judicial de la Nación. Para asegurar la integridad de la información y la imposibilidad de acceso, se utilizan certificados provistos por el Poder Judicial de la Nación. El dispositivo tiene bloqueadas las conexiones y puertos de acceso de tipo wi-fi, bluetooth, utilización de tarjetas SIM, el puerto USB y el conector de audio. El puerto mini USB solo está habilitado para alimentación eléctrica. Es decir que el dispositivo está desactivado para el intercambio de datos desde todo origen diferente de la tarjeta micro SD específicamente vinculada”, sostienen los argumentos oficiales preparados por la CNE.