“Mauricio (Macri) es futbolero, no le puede pasar lo que le pasó anoche. Él entiende que una cosa es ir perdiendo dos a cero y empatarlo y otra muy distinta ir ganando y que en el último minuto lo empates”. Uno de los hombres importantes del negocio de la salud arrancó la mañana post PASO con cierto sabor amargo por el episodio que tuvo en vilo a más de un empresario en la madrugada del domingo. La definición eterna de la carrera para Senadores bonaerenses cayó mal en los núcleos de poder, que, en un gesto poco habitual, adoptaron la pasión de multitudes para explicar las sensaciones que dejó el cara a cara entre Cambiemos y Unidad Ciudadana. A las dos de la mañana, en una charla telefónica, dos dirigentes de la Unión Industrial Argentina (UIA) hacían catarsis en plena remontada de Cristina Fernández. En el Círculo Rojo hace tiempo que la quieren fuera de la política, pero, según ellos, “se la dejaron picando y la metió la señora”. Vale la pena aclarar que en el establishment tienen en claro tres cosas: primero, que el Gobierno no manipuló los datos en provincia; segundo, que, más allá de que CFK podría ganar marginalmente en el conteo definitivo, no tiene octubre ni mucho menos 2019. Y, tercero, que es incuestionable el logro de Cambiemos de conquistar provincias del interior históricamente peronistas.
Esa sensación no empañó, sin embargo, la bronca de uno de los textiles más importantes del país respecto a lo que la gran mayoría observa como un flaqueo política: “Es imperdonable que lo hayan mandado al Presidente a festejar cuando se sabía que la elección tenía una paridad absoluta”. Esta teoría se funda en varias razones. En sectores vinculados al agro nacional miraban encuestas del kirchnerismo y el macrismo con cifras que daban ganadores a ambos por cinco o seis puntos, incluso una de Unidad Ciudadana con CFK alcanzando los 44 puntos. Desconfiaban de todos, salvo de una que llegó cerca de la medianoche del domingo. Un boca de urna que difundió 1País, el frente que comandan Sergio Massa y Margarita Stolbizer. Ese conteo llegó a manos empresarias cuando la diferencia entre Cristina y Esteban Bullrich era aún de cinco puntos. El trabajo del massismo daba algo distinto, dos puntos de diferencia máximo a favor de Cambiemos. Descontado el error de muestreo, un empate técnico. Por esto llamó la atención el despliegue de globos, baile y posterior festejo que expuso al presidente y a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Hasta el propio Marcelo Tinelli le puso pimienta a la situación cerca de las 3 de la mañana, también apelando al fútbol. El conductor bromeó en Twitter sobre similitudes entre la demora en el conteo con la tristemente célebre elección de la AFA en la que hubo empate en 38 para elegir presidente.
Más allá de las quejas, los puntos repartidos entre macrismo y kirchnerismo en Buenos Aires fueron bien recibidos por el mercado: hubo alzas en acciones de hasta 4%; una baja del dólar cercana a los 50 centavos; y hasta volaron casi 14% los papeles argentinos en Wall Street. Rápida de reflejos, la calificadora Fitch consideró que el resultado le da más plafón al Gobierno Nacional para encarar reformas que consideran claves para el arranque de la actividad. Eso mismo creen los empresarios, que respaldan el fortalecimiento federal de Cambiemos como un gesto a la gobernabilidad. Hasta el propio Fabián Tarrío, presidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) no desentonó con el ya mítico rol de oficialismo cíclico de la entidad y elevó un comunicando celebrando la victoria pírrica del oficialismo en terreno bonaerense. Ninguna de las otras cámaras se animó a tanto, hasta ahora.
Muchos de estos temas se discutirán el miércoles en el primer gran evento empresario posterior a la primera vuelta electoral, el Coloquio de IDEA que se celebrará en Rosario, terreno que paradójicamente decretó otra remontada histórica en un match que ganaba Cambiemos: la embestida en última milla del “Chivo” Agustín Rossi superando al macrismo y al socialismo. Esta última victoria es una de las que sí sorprendió al Círculo Rojo.