El intendente de Quilmes, Martiniano Molina, sufrió un duro cachetazo en las PASO, porque no pudo hacer ganar a Cambiemos en su distrito: perdió en todos los tramos contra Unidad Ciudadana. Era una de las esperanzas que tenía la gobernadora María Eugenia Vidal para evitar un papelón en la Tercera sección -el territorio más peronista de toda la provincia de Buenos Aires-, pero el cocinero no pudo ni siquiera garantizar el tramo local.
Cercana la medianoche, Martiniano había celebrado insólitamente los resultados, anticipándose -como lo hicieron Macri y Vidal- a los números finales. "La gente demostró en las urnas que se cansó de la mentira y la intolerancia", dijo el ex jugador de la Selección Argentina de handball, y agregó: “Los vecinos bonaerenses están cansados de años de políticas vacías y promesas incumplidas. Por eso tanto en Quilmes como en la provincia de Buenos Aires no prometemos, hacemos".
Lo cierto es que en este municipio ganó Unidad Ciudadana, pese a que junto con Lanús, el gobierno tiene todo el apoyo de las gestiones nacional y provincial.
En el tramo de senadores nacionales, Cristina Fernández de Kirchner se impuso con un 37,35% sobre Esteban Bullrich que cosechó un 32,58%. En diputados nacionales también ganó UC: Fernanda Vallejos sacó 35,44% contra un 33,09% de Gladys González; y en diputados provinciales la victoria fue para la misma lista, con Laura Ramírez a la cabeza (35,11%) sobre Adrián Urreli (33,03%).
Con respecto al tramo local, Martiniano tampoco pudo festejar: su candidato Guillermo Galetto obtuvo un 32,89% y quedó segundo frente a la interna de Unidad Ciudadana, que en sumatoria de sus tres listas ganó con un 35%.
Los vecinos le dieron la espalda a un intendente que nunca pudo hacer pie en su distrito y sufrió más de un traspié en este año y medio que lleva en su cargo.
Hasta no hace mucho tiempo, el clima político en el municipio de Quilmes era bastante convulsionado, tras una denuncia firmada por la diputada nacional y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien solicitó a la Justicia que investiguen presuntas irregularidades en las cuentas de la administración local. Esto, sumado al cierre de listas, que dejó heridos en el armado que encabeza Molina, expuso un manejo que venía siendo cada vez más criticado hasta por los propios aliados: hubo despidos masivos de radicales en el gabinete y los ojos se posaron en la familia gobernante.
Cabe recordar que el ex jugador de handball había sido el reemplazo de una apuesta fallida de Macri: Tommy Dunster. Esto, después de que el "Sapito" Walter Queijero se fuera con Sergio Massa. Como el modelo nunca pudo levantar el amperímetro, fue el padre de Martiniano -Jorge Molina, ex primer candidato a concejal de Francisco "Barba" Gutiérrez en el año 2007, que luego rompió con él- quien propuso el nombre de su hijo en la mesa chica del PRO de cara a los comicios de 2015. Así fue como tras un acuerdo con el entonces jefe de Gobierno porteño, Martiniano aceptó protagonizar una aventura que muy pocos creían que llegaría a buen puerto.
Este cachetazo en las PASO golpea nuevamente al intendente y lo pone en el ojo de la tormenta en aquella zona del conurbano, imposible para Cambiemos.