Los apoderados de los frentes electorales que competirán en las PASO de la Ciudad se toparon este miércoles con una sorpresa. Al presentar el formato de boletas que pretenden utilizar en cuarto ante la Justicia electoral detectaron que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, había incorporado su cara y las de sus socias políticas, Margarita Stolbizer y Victoria Donda, en la parte superior de la boleta de la alianza Avancemos 1País. Lo que le valió una impugnación inmediata de los representantes de Unidad Ciudadana, el espacio del kirchnerismo en el frente Unidad porteña que lleva a Daniel Filmus como primer candidato a diputado nacional.
El intento de Massa es obvio: busca arrastrar votos con las imágenes de figuras de la política con mayor nivel de conocimiento –como él, Stolbizer y Donda- aunque ninguno sea candidato en la Ciudad y dos de ellos, el ex jefe de Gabinete y la líder de GEN, lo sean, por el contrario, en la provincia de Buenos Aires.
El temor también es obvio. La primer y última aventura del massismo en territorio porteño acabó en una catástrofe electoral. En la campaña de 2015 comandada por el hoy funcionario macrista en Lanús, Diego Kravetz, y llevando al economista Guillermo Nielsen como candidato a jefe de Gobierno no logró ni siquiera superar el piso que exige las primarias para competir en la general: Sacó el 0,9% de los votos. Exponerse a otro resultado así de magro es un golpe que en Tigre no están dispuestos a tolerar.
“La hicimos así para referenciarnos con un espacio nacional”, fue la escueta y obvia explicación que aportó el apoderado massista ante la impugnación del kirchnerismo, dejando en claro la poca confianza que les generan los candidatos elegidos: Matías Tombolini y Florencia Arietto.
Lo que busca aprovechar el massismo es lo que, entienden, es un vacío legal que deberá resolver la jueza electoral federal con asiento en la Ciudad de Buenos Aires, María Servini de Cubría. La ley 26.571, la de Partidos Políticos, establece que la boleta “no podrá contener el nombre de personas vivas, de la agrupación política, ni de los partidos que la integraren”, pero nada dice de la imagen de dirigentes que no compongan la lista que se presenta en esa boleta.
Desde Unidad Ciudadana también objetaron el color elegido por Avancemos 1País. Un azul en casi idéntica tonalidad al que usarán las tres listas que compiten dentro de Unidad Porteña y que históricamente utilizó el Frente para la Victoria (FpV) desde la reforma electoral.
OTRAS IMPUGNACIONES. Evolución, la fuerza que lleva como primer candidato a Martín Lousteau y que hace eje sobre el radicalismo porteño protestó por la elección de Unidad Ciudadana, el nombre que eligió el kirchnerismo para su lista interna dentro del frente Unidad Porteña. Acusan que replica el nombre de la alianza que armó la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos Aires y que eso podría confundir al electorado.
Los apoderados de la lista que lleva a Filmus como candidato a la Cámara de Diputados y a Mariano Recalde como primer aspirante a una banca en la Legislatura porteña minimizó esa confusión. Explicó que no sólo representan la misma línea política e ideológica que la versión bonaerense de Unidad Ciudadana, sino que hasta la integran los mismos partidos.
La tensión también creció en los partidos de izquierda. Los apoderados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), cuya lista la encabeza el dirigente del Partido Obrero Marcelo Ramal, cuestionó al espacio Izquierda al Frente por el Socialismo”, liderado por Alejandro Bodart.
En sus críticas, señalaron que no sólo los nombres de las dos fuerzas son muy similares, sino también la tipografía y hasta el tono de rojo elegido para la boleta. En Izquierda al Frente respondieron que su nombre ya cuenta con el OK de la Justicia, que el tamaño de las letras en las que figura el nombre de ambas listas es lo suficientemente grande para evitar confusiones y que consideran que los tonos de rojo no se asemejan.