La socia menor de Cambiemos y titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, estaba al tanto, con anticipación, de la partida de la canciller Susana Malcorra. Sin embargo, jamás fue consultada por el nombramiento del embajador de carrera Jorge Faurie, el cuestionado ex vicecanciller de Carlos Federico Ruckauf. Ante las consultas de Letra P, cerca del jefe de Gabinete Marcos Peña se atajaron con velocidad: “No tenemos por qué consultarle a Lilita la designación del nuevo canciller. Es una potestad del Presidente y si hubiera otro diplomático que tuviera el primer puesto en rendimiento, también habría sido designado”, contestaron para negar que la chaqueña tenga un papel preponderante.
Dos días después de los sincericidios de la Casa Rosada, Carrió presentó, sugestivamente, su renuncia a la jefatura de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. En diálogo con este medio, sus voceros negaron que el portazo tuviera relación con la designación de Faurie. “Fue por motivos de salud, porque no alcanza con todo el protocolo y porque se vienen tiempos de campaña en los que tendrá que concentrar todo en eso y no podrá cumplir con sus obligaciones como titular del organismo”, confiaron. No es la misma versión que resuena en la Cancillería, donde aseguran que “la preeminencia de ruckaufismo en la conducción de esta Casa no es del agrado de Lilita y como ahora todo queda en manos de gente (del jefe de Gabinete Marcos) Peña, ella hará lo mismo en Diputados”, explicó un funcionario de carrera del Palacio San Martín en referencia a la llegada de la diputada nacional del PRO Cornelia Schmidt-Liermann al lugar que dejó vacante Carrió.
Schmidt Liermann es tan cercana a Peña como el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia Fulvio Pompeo, el máximo mentor para el nombramiento de Faurie como sucesor de Malcorra. De ese modo, con la remoción de Malcorra de la jefatura del Palacio San Martín y la salida de Carrió del mando de la comisión de la Cámara Baja, el ministro coordinador queda al mando de las dos instancias centrales de la política exterior argentina, donde hay temas centrales por definir, como la relación con Venezuela, un punto que ya despertó diferencias entre la saliente canciller y Peña.
Algunos apuestan a un acuerdo de Carrió con Macri, y otros hablan de una seria discusión respecto a temas de política exterior claves, como la relación con Venezuela, y la política con Malvinas, un tema tan áspero para Carrió, que ya se cobró el cargo de Carlos Foradori, ex vicecanciller de Malcorra, que fue duramente bombardeado por Lilita en la misma comisión cuya jefatura abandonó este miércoles.
En la Coalición Cívica, aclararon que Carrió dio el visto bueno para que Schmidt-Liermann ocupe su lugar y remarcaron que “los asesores de la Coalición Cívica en esa comisión van a continuar en los mismos lugares, pero con la nueva titular”.