A base de gases lacrimógenos, palos, agua y balas de goma, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aplicó este miércoles el protocolo antipiquetes elaborado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, archivado durante más de un año y estrenado el pasado 6 de abril, en el marco del paro general de la CGT, cuando las fuerzas de seguridad reprimieron a manifestantes en la Panamericana. Esta vez, la Policía de la Ciudad desalojó una protesta de organizaciones sociales que cortaba el metrobus en el cruce de las avenidas porteñas 9 de Julio y Belgrano.
El corte que llevaban adelante las agrupaciones Corriente Patria Grande, Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, Quebracho y Patria Justa, entre otras, había comenzado a las 14 y minutos antes de las 16, agentes de la fuerza de seguridad que conduce el alcalde de Cambiemos habrían intentado disuadir a los manifestantes, que criticaban la "política económica del Gobierno" y el "crecimiento de la miseria", según explicaron a la prensa.
La resistencia de un grupo de participantes desató la represión de la Policía, que avanzó con gases, balas de goma y camiones hidrantes y detuvo a manifestantes que lanzaron piedras sobre los efectivos.
Rodríguez Larreta había recibido cuestionamientos del macrismo duro y de medios alineados al Gobierno por no aplicar el protocolo para impedir los cortes de tránsito en la Ciudad. En diciembre pasado, después de una seguidilla de manifestantes de organizaciones sociales, respondió con evasivas cuando le consultaron por la aplicación del instrumento elaborado por Bullrich.
En esa oportunidad, el alcalde no supo qué responder cuándo le preguntaron por la cantidad de cortes en las calles porteñas y la imposibilidad de la fuerza pública de frenar las protestas. Una oyente del programa "Le doy Mi Palabra", que conduce el periodista Alfredo Leuco en Radio Mitre, le consultó y Larreta respondió que “el protocolo no es una ley”.
No obstante, reconoció que “es un tema que tenemos que solucionar” y echó culpas al kirchnerismo: “Fueron mucho años de descontrol”.
Después de la represión de este miércoles en la 9 de Julio, que ocurre cuando el oficialismo ya está en campaña, es de esperar que el alcalde no reciba reproches de esos sectores.