Sin la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner todavía oficialmente confirmada, la definición de las listas de todos los espacios ligados al peronismo se estirará el sábado hasta el filo del cierre. En la tropa de Florencio Randazzo, los intendentes se disputan el primer lugar de la lista de diputados con Julián Domínguez, mientras el kirchnerismo y Sergio Massa tienden puentes para llevarse de ese espacio a los alcaldes. El líder del Frente Renovador, en tanto, postergó la definición sobre su destino electoral hasta conocer qué hará la ex presidenta.
Las negociaciones cruzadas entre todos los espacios mantuvieron a toda la dirigencia en vilo durante todo el viernes. El kirchnerismo intentó, en vano, convencer a los intendentes Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis de que abandonaran el barco randazzista para sumarse a Unidad Ciudadana. La estrategia no resultó. Algo similar intentó Massa, que les alargó el plazo de espera hasta el sábado.
Por ahora, ni Katopodis ni Zabaleta aceptaron el convite, pese a las discusiones que mantienen hacia adentro del randazzismo por la lista de diputados nacionales. Los alcaldes presionan al ex ministro para que lleve en primer lugar al intendente de Bolívar, Eduardo “Bali” Bucca. Randazzo quiere prefiere a Domínguez: piensa que el ex presidente de la Cámara de Diputados tiene mayor nivel de conocimiento y que su candidatura le permitirá ordenar mejor la Cuarta sección electoral.
Los demás espacios del randazzismo también reclaman lo suyo. El Movimiento Evita quiere el segundo lugar para Juan Manuel Abal Medina. En el tercer casillero debe ir una mujer. El movimiento obrero, con el diputado Oscar Romero a la cabeza, pide por el cuarto diputado. El sábado, ese espacio terminará de cerrar sus listas entre las oficinas de Randazzo, ubicadas en el Palacio Raggio, y la sede de la UOM, en la calle Alsina.
En tanto, Unidad Ciudadana sigue pendiente de Cristina. En el entorno de la ex presidenta dan por descontado que será candidata a senadora, pero la confirmación oficial se hace esperar. El viernes, la dirigencia kirchnerista deambuló entre el tercer piso de la Cámara de Diputados – donde tiene su despacho Máximo Kirchner –, la sede del PJ, ubicada en Matheu 130, y el Instituto Patria. En estos últimos dos edificios se definirán las listas el sábado.
Más allá de la candidatura de Cristina, las listas nacionales del kirchnerismo tienen pocos nombres firmes. En el entorno de la ex presidenta creen que solo el presidente del bloque, Héctor Recalde, y Juliana Di Tullio tienen el lugar asegurado. En tanto, Daniel Scioli y Martín Sabbatella “están adentro” del esquema pero aún no se sabe en qué puesto. Los intendentes también se anotaron un casillero. La incógnita es qué pasará con la secretaria parlamentaria del bloque, Teresa García, a quien parte del kirchnerismo quiere mandar a jugar en la provincia de Buenos Aires, por la primera Sección electoral. La suerte de Recalde también está en duda: una crisis en la lista porteña lo ubicó hoy en el centro de una operación que lo cambiaba de distrito, de la provincia a la Ciudad de Buenos Aires.
Las negociaciones se atan unas a otras. El presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, estuvo este viernes en el despacho de Máximo Kirchner mirando las listas provinciales y locales, que son un dolor de cabeza para varios intendentes: en algunas localidades, los jefes comunales vieron durante todo el día cómo florecían en sus distritos listas de Unidad Ciudadana y del Frente Justicialista, con varios actores repetidos. A última hora, los alcaldes todavía intentaban blindar sus terruños.En esas negociaciones, cruzaban llamados con el kirchnerismo, las oficinas de Randazzo y el búnker de Massa, en Tigre.
Pese a que había afirmado que anunciaría su estrategia electoral en conferencia de prensa el sábado al mediodía, el líder del Frente Renovador decidió este viernes suspender la convocatoria y esperar por la definición de Cristina para resolver si será candidato a senador por la provincia de Buenos Aires.
