Los dolores de cabeza no cesan para el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Tras el escándalo desatado con la detención del jefe de la Policía, José Potocar, acusado de cobro de coimas, nuevas sospechas se abrieron sobre el área de Seguridad, y ahora la Justicia investigará al ministro Martín Ocampo por supuesto enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y evasión fiscal.
La denuncia fue presentada por el legislador porteño Gustavo Vera (Bien Común) y recayó en el Juzgado Federal Nro. 1, a cargo de María Servini de Cubría, y la Fiscalía N° 11, a cargo de Gerardo Pollicita. En el escrito, que supera las 27 hojas, se dan detalles de las empresas, propiedades, deudores, y hasta bonos de la deuda estatal que adquirió Ocampo junto a su esposa, ambos con los sueldos de la función pública.
Según la presentación judicial, el ministro declaró muy por debajo del valor de mercado dos propiedades –el 33% de una casa en Pinamar y un departamento en el barrio porteño de Belgrano-, un terreno en la ciudad costera de Ostende y otros dos en Uruguay.
Ocampo y su mujer, la empleada del Concejo de la Magistratura porteño Mónica Nancy Peralta, también habrían desembolsado 675 mil pesos para la compra de bonos de Petrobras, Tenaris, YPF, Telecom y Siderar, y asimismo adquirieron títulos de la deuda pública de la Ciudad. El monto significa que el matrimonio Ocampo-Peralta habría ahorrado de sus ingresos 25 mil pesos por mes para estas inversiones financieras.
La denuncia de Vera tiene un condimento extra: apunta al vínculo entre Ocampo y Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors y principal operador del macrismo en la Justicia, según las persistentes denuncias de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
En el escrito consta que el ministro porteño adquirió participaciones en dos empresas: el 30% de una firma dedicada a la construcción -Arzobispo Espinoza 1356, una sociedad que le debe 1,3 millones de pesos- y el 75% de una inmobiliaria, Seguel S.A., que tiene como socias del funcionario a una empleada del Bingo Ramallo -propiedad de Angelici- y otra empleada de la Legislatura de la Ciudad.
La amistad de Ocampo y Angelici no es nueva y ambos la reconocen en público. De hecho, el ministro es el padrino del hijo del “Tano”, y a él le debe haber llegado a ocupar el cargo de fiscal general de la Ciudad, además de una banca como legislador porteño.
Otras de las empresas que le deberían dinero a Ocampo son Cibus S.A., una firma de otro empleado de la Legislatura -50 mil pesos- y Benissa SRL, de un empleado de otra empresa dedicada al juego -1 millón 335 mil de pesos-.