Los industriales han encarado de un tiempo a esta parte un proceso de quejas públicas respecto a mecanismos que fomentan y favorecen la especulación financiera postergando la inversión de dólares en producción. La personificación de la queja fue José Ignacio De Mendiguren, el representante de la Unión Industrial (UIA) y legislador del Frente Renovador, quien llevó la bandera de cruzar fuerte a las tasas elevadas que, según su visión, motivan negocios con ganancia pero que no suman al desarrollo del país. Sin ir más lejos, hace unos días posteó en su cuenta de Twitter una foto junto a Marco Lavagna correspondiente al 2015, donde se los ve junto a dos bicicletas. Acompañada la postal con la leyenda “Bicicleta financiera: pedaleando en Washington ante el Banco Mundial”.
En el marco de las chicanas cruzadas, técnicos del Banco Central (BCRA) elaboraron un texto en el cual explican qué significa la “bicicleta” y, con cifras, concluyen que sólo este tipo de maniobras se dieron en un período corto a principios del 2016.
“A principios del año 2016 existió durante un breve lapso un diferencial de precios que permitió el arbitraje debido a diversos factores, entre los que puede mencionarse: (el desarme de posiciones récord compradas hacia fines de 2015 en los contratos de futuros de Rofex; un mercado con ciertas restricciones cambiarias y a los movimientos de capitales; un continuo flujo de capitales proveniente de inversiones extranjeras con la expectativa de un tipo de cambio estable y por la percepción de mejores condiciones macroeconómicas e institucionales de la Argentina”, detallan Daiana Blanstein, Lucas Giménez, Diego López Airaghi y Nicolás Salvador, analistas de la entidad en la nota subida al blog del BCRA Ideas de Peso. Y agregan que “no obstante, a medida que el BCRA introdujo cambios en la instrumentación de la política monetaria y se fue normalizando el mercado cambiario, las oportunidades de arbitraje fueron disminuyendo, dándose una convergencia hacia la paridad cubierta de tasas de interés, la cual sugiere una mayor eficiencia y profundidad del mercado”.
Los colaboradores de Federico Sturzenegger concluyen que, “en otras palabras, no podemos sostener que existen en este momento oportunidades de arbitraje en la estrategia de carry trade cubierto, aunque sí se observaron en los primeros meses luego de la unificación cambiaria”. De esta manera, el BCRA sale a dar sustento técnico a un tema caliente que tiene diferentes interpretaciones más vinculadas a la ética que a los procedimientos. Naturalmente y con bastante lógica ante la coyuntura económica actual, los industriales hacen una simplificación de la bicicleta para referirse al beneficio que incluso capitales de la industria local obtienen apostando a instrumentos como las LEBACS, más que a la maniobra completa que supone la bicicleta financiera.
“¿De qué se habla entonces cuando se hace referencia a la “bicicleta financiera” en Argentina? Se habla de posicionarse en pesos, sin cobertura cambiaria, especulando a que el tipo de cambio se mantenga estable. Pero esta apuesta es sustancialmente diferente con lo descripto más arriba que, justamente, se refiere a una operación que neutraliza el riesgo cambiario. Con lo cual, obtener un mayor rendimiento en dólares invirtiendo, por ejemplo, en LEBAC, solo podría concretarse si esa expectativa inicial de tipo de cambio estable se materializa”, detallaron.