El intendente de Córdoba capital, Ramón Mestre (h), tuvo un breve pero intenso mano a mano con Mauricio Macri. Fue el martes pasado, en Casa Rosada. El cordobés llegó con una exigencia: que su hermano, Diego, encabece la lista de candidatos a diputados nacionales de Cambiemos. También sugirió quedarse con los puestos dos y tres. Alegó la tracción del apellido y la buena imagen propia que, afirma, tiene medida en toda la provincia. Se fue cabizbajo por el rechazo contundente a su propuesta: el Presidente le confirmó que el primer nombre en la boleta será el de Héctor Baldassi, quien irá por la renovación de su banca. Y los siguientes están por verse. En síntesis: Mestre llegó en busca de todo y se fue con nada.
La pelea por el primer lugar de esa lista va mucho más allá de las legislativas de este año. En la cabeza de esa lista se juega la candidatura a gobernador para 2019. Macri tiene decidido que su jugador será “La Coneja”. En cambio, el intendente de Córdoba pretende imponer ahora a su hermano menor para, en dos años, armar una dupla purista y familiar: Ramón Mestre gobernador y Diego Mestre para sucederlo en la capital provincial.
Hasta ahora, Macri dejó las decisiones que tienen que ver con el armado de Cambiemos en Córdoba en manos de un triunvirato. Lo integran el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, y los diputados nacionales y jefes de bloque del PRO y la UCR, Nicolás Massot y Mario Negri. Trabajan, hasta ahora, con una condición y una advertencia. La primera es sostener a Baldassi como el hombre del Gobierno nacional en la provincia sin romper filas con Mestre. La segunda es que, si ese escenario se complicase, perderían el control de la lapicera y sería controlada directamente desde Buenos Aires. Más específicamente, desde la Jefatura de Gabinete de la Nación.
Macri y Ramón Mestre (h), en el festejo de la reelección del cordobés al frente de la Municipalidad de la capital provincial.
En este esquema, los operadores de Cambiemos viene haciendo una apuesta importante por Rodrigo De Loredo, el actual titular de ARSAT. Es la cara joven que auspicia Aguad para disputarle el poder de la UCR cordobesa a Mestre. Además, es su yerno. Es, también, el elegido de Massot. Al único que no le termina de cerrar esa opción es a Negri, que busca colar a su hijo Juan, hoy concejal de Córdoba capital y con una fuerte enemistad con el intendente.
La estrategia con De Loredo es no hacerlo jugar en 2017 y guardarlo para 2019. Tendrá dos años más para seguir fogoneándose, aunque con importantes “fierros”. Su suegro y ministro le dejó a ARSAT el control del Plan Federal de Internet y la instalación de la red nacional de fibra óptica que ya venía en manos de la empresa nacional de servicios satelitales, pero intermediada por la extinta Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic).
No son solamente miles de millones de pesos para invertir, sino la posibilidad de llegar a miles de ciudades y pueblos de la Argentina. Una campaña que muchos envidiarían. Especialmente en Córdoba. Según lo publicado en la página web de ARSAT, el Plan Federal de Internet tiene previsto invertir en la provincia mediterránea 563,4 millones de pesos. Más del triple de lo previsto en, por ejemplo, Santa Fe. Dos veces y medio lo que se destinará a Mendoza. O casi lo mismo que lo que se invertirá en total en Jujuy, Salta, Formosa, Santiago del Estero, Chaco y Catamarca.
El plan es que De Loredo camine mucho la provincia, pero como funcionario y no como candidato, para explotarlo, en el mediano plazo, como el aspirante del Gobierno nacional a la Intendencia de Córdoba en 2019 acompañando en esa boleta a Baldassi, el elegido para disputarle, en dos años, la Gobernación al cada vez más unificado peronismo cordobés.
LA INTERVENCIÓN. Ese mismo martes por la tarde, después de su exposición ante el Senado, Peña volvió rápidamente a Balcarce 50. Allí tuvo un breve encuentro con Negri, Massot y Aguad, donde les clarificó lo hablado previamente con Mestre. En esa charla, el jefe de ministros deslizó la posibilidad de armar una reunión ampliada en Casa Rosada u Olivos para el martes de la próxima semana. En ese mitin, estarían ellos cuatro, más Macri y Mestre.
Por ahora, los diputados y el ministro desistieron del convite. Y ya negocian algún acercamiento con el intendente cordobés en la provincia, para este fin de semana, aún sin confirmación. Pero la sombra de la intervención porteña, si no logran firmar la paz en Córdoba, crecerá a medida que se acerque la fecha legal para presentar las listas que competirán en las legislativas de este año.