Como ya había hecho en su último paso por la Cámara de Diputados, cuando hizo instalar un corralito para los asesores, el jefe de Gabinete, Marcos Peña desembarcó este miércoles en el Senado con al menos 40 asesores que lo ayudaron a responder las consultas de los legisladores.
El ejército de empleados de la Jefatura de Gabinete se instaló en el salón Arturo Illia, ubicado en el primer piso del Palacio y asistió a Peña durante las cinco horas que duró la exposición.
Desde que las galerías del recinto fueron clausuradas, hace dos meses, por obras de refacción, el salón Illia fue habilitado para el trabajo de periodistas y asesores, que no tienen más acceso al palco de prensa. Sin embargo, este miércoles, con la llegada de Peña, el acceso a la prensa fue restringido por orden de la presidenta del cuerpo, Gabriela Michetti, y reservado exclusivamente a los asesores de Peña.
El paso del jefe de Gabinete por el Congreso con decenas de asesores no es una novedad. En el mes de agosto, Peña le exigió a la presidencia de Diputados que armara un "corralito" en el salón de Pasos Perdidos, ubicado detrás del recinto, desde donde su equipo lo asistió en las respuestas, algo que entorpeció el normal funcionamiento de la Cámara y el trabajo de cronistas, fotógrafos y de los propios diputados.