Una multitud se concentró en Plaza de Mayo este sábado para participar de la denominada "Marcha de la Democracia" que oficialmente fue "autoconvocada" pero contó con el activo y discreto apoyo de la alianza Cambiemos. Según la Policía de la Ciudad la movilización reunió a más de 25 mil personas, pero más allá de las cifras, la demostración de fuerza se hizo sentir frente a la Casa Rosada, con la masiva presencia de la base social del macrismo, que en la capital exhibió a sus adherentes provenientes de la zona norte porteña, y de los núcleos urbanos del conurbano bonaerense. Algo similar, pero con una dimensión mucho menor, sucedió en las ciudades de Rosario, Córdoba, Salta, San Miguel de Tucumán y Bariloche.
En la Ciudad de Buenos Aires la convocatoria estaba prevista para las 17, pero la plaza comenzó a llenarse luego de las 18, cuando la Avenida Diagnonal Norte se transformó en el camino de acceso para quienes se habían concentrado alrededor del Obelisco. La marcha no tuvo oradores, ni acto central, sino distintas columnas de vecinos de la zona norte porteña, y de distintos puntos del conurbano, que llegaron aplaudiendo y con cantos como "Argentina, sin Cristina", "Sí se puede", "Hay que cantar, hay que cantar, los piqueteros a laburar", "Democracia, democracia", "Justicia por Nisman", "Dejate de joder, Baradel", "Los chicos a la escuela" y "No vuelven más", entre otras consignas que también habían sido previamente distribuidas por grupos de whatsapp y redes sociales.
No fue lo único distribuido por los mismos organizadores de marchas contra el gobierno de CFK, como la realizada luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Entre los mensajes que llegaron a distintos asistentes, había un instructivo "para detectar infiltrados". En medio de la marcha, Letra P pudo dialogar con los participantes del evento, y algunos de ellos mostraron un mensaje recibido que decía: “Instrucciones para el 1A en caso de infiltrados que quieran hacer lío: si hay espacio, abrirse y dejar un vacío, así se neutraliza el efecto contagio y quedan automáticamente aislados. Todos se sientan y quedan en evidencia, para saber quiénes son y qué están haciendo”, decía el instructivo, distribuido por un grupo de whatsapp que una de las consultadas integra desde la primera movilización organizada por Nisman.
Antes de la concentración en el microcentro hubo puntos de reunión en la esquina de Callao y Santa Fe y en el barrio porteño de Devoto. En el interior hubo marchas en la ciudad de Rosario, Santa Fe, en la capital cordobesa, en La Plata, en San Miguel de Tucumán, en Salta y en Bariloche.
Postales porteñas
"Yo estoy para apoyar a mi presidente, pero también vine para que los K no vuelvan nunca más", explicó a Letra P uno de los asistentes a la marcha, mientras un grupo de mujeres, mayores de 50, intentaba entonar el himno nacional con la intención de que fuera uno de los primeros cantos de la movilización. La canción patria fue repetida en distintas partes de una concentración que, antes de diluirse cerca de las 20.30, ocupó la cabecera oeste de Plaza de Mayo, la primera cuadra de Avenida de Mayo y se extendió en forma dispar por Diagonal Norte hasta 9 de Julio.
"Me parece bien que nos juntemos para contrarrestar las marchas opositoras, aunque pensaba que ibamos a ser mucho menos. Somos muchos. Me pasó lo mismo la primera vez que vine, cuando lo mataron a Nisman", evaluó un matrimonio de vecinos de Barrio Norte que también exhibió a Letra P el instructivo "anti - infiltrados".
Una mujer que caminaba sola frente al Cabildo con una pancarta que decía "Macri, mi presidente", también aceptó las preguntas de este medio y sinceró sus puntos de vista. "Vivo en La Paternal y yo creo que para evitar que lo tumben es necesario que cuente con las fuerzas armadas", reclamó la sexagenaria, rodeada por un grupo de personas mayores que asintió las expresiones de la mujer y reconocieron ser votantes de Cambiemos en las últimas presidenciales y reiterados electores del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, el territorio originario del macrismo y uno de los distritos donde el Gobierno conserva al núcleo más duro de votantes.
A pesar de los intentos de moderación de quienes portaban banderas argentinas, en "defensa de la democracia", las expresiones de fanatismo se repitieron a lo largo de toda la manifestación, especialmente contra el kirchnerismo (en términos políticos) y socialmente contra los docentes y los desocupados. No fueron los únicos destinatarios de insultos y expresiones extremas. Los protagonistas del 1A también hablaron sobre Venezuela, gritaron a viva voz por el "urgente derrocamiento de (el gobierno bolivariano de Nicolás) Maduro". Algunos, ante las consultas de este medio, llegaron a considerar como "un regalo del cielo" la intervención del parlamento por parte del Tribunal Superior de Justicia de ese país. "Acá entre nosotros hay muchos venezolanos que están emocionados porque exigimos libertad en su país", detalló una mujer proveniente de Pilar. "Mi abuelo estuvo en este mismo lugar en el 55 para festejar el derrocamiento de Perón y yo sigo sus pasos, pero para defender la democracia", celebró la mujer, apoltronada en la entrada de la Catedral Metropolitana.
"Yo vine porque hace días que escucho la convocatoria por radio Mitre y por TN (el canal de noticias por cable del Grupo Clarín). Acá no acarrearon a nadie, todos vinimos porque es un acto cívico para defender la democracia y para que nadie interrumpa el mandato de Macri", explicó otro de los tantos asistentes de la movilización que superaba ampliamente los 60 años. No fue la única franja etaria presente: también podía advertirse una pequeña columna de "Jóvenes PRO", aunque los sub 30 fueron la generación menos presente en una manifestación que regisró llamativos comportamientos dentro del Gobierno: antes de su realización los voceros oficiales intentaron despegarse de su organización, aunque poco después de las 20, el presidente Macri utilizó su cuenta oficial de twitter para elogiarla. "SÍ, SE PUEDE. JUNTOS ESTAMOS CAMBIANDO", tipearon los funcionarios de la Casa Rosada en nombre del mandatario, con mayúsculas incluídas. Para entonces Cambiemos había comenzado a blanquear su presencia organizativa detrás de la marcha.
Alegría de medianoche
Poco después, quizás orientado a liderar el efecto sorpresa de la inesperada masividad, Macri grabó un video que difundió por su cuenta de microblogging. Cerca de las 22.30 de este sábado, se pudo ver al Presidente en plena celebración: "Qué emocionante lo que acaba de pasar en todo el país, qué lindo que tantos creamos que tenemos un futuro por construir, que juntos vamos a generar las oportunidades de progresos para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, en base a decirnos la verdad, en base a poner cada día lo mejor de cada uno de nosotros. Lo expresamos desde el corazón, espontáneamente, sin que haya habido colectivos ni choripán. Solamente decir 'Sí, se puede', y juntos, felicitaciones. Y el lunes a empezar desde temprano a trabajar por esa Argentina que tiene un enorme futuro por delante", cerró Macri, en una confirmación práctica de la polarización que Cambiemos buscará profundizar con el kirchnerismo, para ahondar una grieta que, este sábado, dejó su huella en el corazón de la Plaza de Mayo.