Eran triunfos cantados. Sin embargo, el voluminoso respaldo expresado en las urnas de River e Independiente para las gestiones de Rodolfo D’Onofrio –se impuso con más del 75%- y Hugo Moyano, -cosechó el 89% de los votos- respectivamente, lejos está de despertar simpatías en el Presidente futbolero. En los últimos tiempos, fueron diversas las señales de tensión que se generaron entre Mauricio Macri y los reelectos mandatarios de estos dos grandes del fútbol criollo.
"Están los que quisieron poner palos en la rueda y el socio de River vino hoy y dijo: ‘Palos en la rueda a River, no. Ni los de adentro ni los de afuera’", arremetió envalentonado D’Onofrio ya con su triunfo consumado. Los dardos hacia “los de adentro” tienen un claro receptor: su principal contrincante en esta elección de cuatro postulantes, Antonio Caselli. La alusión implícita hacia “los de afuera” se direcciona hacia el tándem Macri-Angelici.
Los “palos en la rueda”, encierran a ambos contradestinatarios en la determinación que tomó el juez federal Claudio Bonadio de suspender provisoriamente las elecciones en el Millonario, previstas inicialmente para el 3 de diciembre.
El magistrado, de probada amistad con Caselli, emitió ese dictamen dos días antes de la fecha pautada para el acto comicial, en respuesta a distintas presentaciones judiciales de la oposición –con Caselli a la cabeza- que denunciaron que en el padrón oficial había registrados afiliados al club que han fallecido hace años. Según el oficialismo, esos socios no pueden ser quitados del padrón automáticamente, sino que debe mediar un pedido de sus respectivas familias. Finalmente, la elección se pateó para el domingo 17, momento en que, victoria en mano, D’Onofrio se descargó: “Esa envidia se nota, porque a la primera vez que trastabillamos un poquito nos querían matar. Pero no nos pueden matar”.
En la lista del reelecto presidente riverplatense figuran dirigentes de indiscutible filiación PRO, como el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco (14º Vocal), Darío Santilli -hermano de Diego, vicejefe de Gobierno porteño- (4º Vocal), y el subsecretario General de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan (11º Vocal). Sin embargo, esa convivencia con el ala amarilla se ha tensado con el posicionamiento que tuvo River en la disputa de poder por el trono de la AFA: el club de Nuñez se abstuvo en la votación que proclamó presidente de la casa mayor del fútbol local a Claudio “Chiqui” Tapia en acuerdo con quien es su vice primero, Daniel Angelici. Los cortocircuitos por la Superliga y la utilización del VAR (siglas en inglés de Asistencia Arbitral por Video), también contribuyeron en ahondar la grieta entre D’Onofrio y el macrismo duro.
“El socio hoy nos dijo: ‘estamos totalmente de acuerdo con la posición que River ha tomado en los distintos ámbitos que participó'. Está de acuerdo en que nosotros votáramos como votamos en la AFA, está de acuerdo cuando planteamos que el VAR hay que trabajarlo un poquito más y estar un poquito más seriamente hecho y no que genere tanta confusión”, disparó D’Onofrio durante la conferencia de prensa de este domingo.
Pero, más allá de lo institucional, en la Casa Rosada también miran de reojo los movimientos de D’Onofrio en lo que refiere a una posible proyección suya en el tablero político nacional. En los últimos tiempos, el presidente de River ha recibido en el Monumental a intendentes de corte peronista tales como Juan Zabaleta (Hurlingham) –con quien firmó un convenio-, Enrique Cresto (Concordia), Gabriel Katopodis (San Martín) y el flamante titular del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez (Merlo), entre otros. Las versiones de un posible ingreso futuro de D’Onofrio a la política grande de la mano del peronismo, lo pone al mandatario millonario como un potable adversario amarillo al que hay que seguir de cerca.
MAREA MOYANISTA. Al grito de “Dale campeón”, los ecos de la reciente obtención de la copa Sudamericana se entremezclaron con la celebración de un triunfo aplastante de Hugo Moyano en las elecciones que lo consagraron reelecto presidente de Independiente con casi el 90% de los votos. Semejante victoria moyanista no despertó en el macrismo la algarabía registrada en las instalaciones del Rojo de Avellaneda este domingo. La relación entre el líder camionero y el presidente Macri atraviesa una zona de creciente disputa en varios frentes.
El activo rechazo del moyanismo al proyecto de reforma laboral impulsado por la Casa Rosada, sumado al conflicto con la AFIP que mantiene la empresa postal OCA –ligada al ex titular de la CGT-, contextualizan un escenario también turbulento en Independiente luego de los 32 allanamientos que, semanas atrás, arrojaron la detención de varios barras y el vice del club, Noray Nakis, en el marco de la causa que investiga una asociación ilícita entre los dirigentes y la barrabrava de la entidad que comanda Moyano.
Pero más allá de la detención de esta autoridad que no responde a la estructura moyanista, el golpe a ésta última se dio con el procesamiento -por el mismo caso- de Héctor “Yoyo” Maldonado, secretario General del Rojo y mano derecha del camionero.
En tanto, algunas señales de movimientos en el escenario político se reflejaron en la composición de la lista que arrolló en el Rojo el domingo último. Aunque el nombre de Cristian Ritondo se mantuvo inscripto en la nómina de postulantes, el ministro de Seguridad bonaerense lo hizo dentro del variopinto cuerpo de candidatos a representantes titulares a la Asamblea, dejando así el cargo que ocupó en la primera etapa moyanista: vocal titular 1º. Ese puesto, ahora pasa a manos de uno de los principales gremialistas combativos al actual Gobierno: el titular de la Bancaria, Sergio Omar Palazzo.