El ex intendente Pablo Bruera, que busca atrincherarse en la conducción del PJ platense con su tío, el veterano dirigente Luis Lugones, como testaferro político, intenta desmalezar el camino hacia las elecciones internas del 17 de diciembre con una impugnación de la propuesta opositora que auspicia el también ex alcalde Julio Alak y lleva como candidato a la presidencia al ex defensor del Pueblo de la provincia Carlos Bonicatto, otro dirigente de larga trayectoria en el peronismo de la capital provincial.
Por “defectos formales en la presentación de fecha 16 de noviembre que no han sido subsanados, falta de avales, errores en la documentación, falta de certificación de candidatos, errores en los números de documentos de los candidatos presentados en la planilla oficial (y) candidatos no afiliados”, la lista oficialista reclama que “no se oficialice la lista denominada Frente de Unidad y Renovación Peronista, según dice la presentación dirigida al presidente de la Junta provincial, el ex intendente de Tres de Febrero Hugo Curto, que firman los apoderados Santiago Eguren y Eduardo Mandes.
La jugada va en sintonía con la tensión que rodea las elecciones internas del PJ en La Plata, donde se juega, más que la renovación de autoridades de una seccional importante del Partido Justicialista, una batalla personal entre los dos dirigentes más importantes del peronismo local de las últimas dos décadas.