El Gobierno decidió desatender los reclamos de las provincias afectadas y envió al Congreso el proyecto de ley de reforma tributaria en el que mantiene el impuesto a las bebidas azucaradas y sostiene la quita del arancel a los productos tecnológicos que se producen en Tierra del Fuego, tal como había sido anunciado en un principio por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
El proyecto, que entrará este lunes a la Cámara de Diputados, prevé en su artículo 119 que estarán alcanzados "con la tasa del diez coma cinco por ciento (10,5%) los bienes que se clasifican en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur que se indican en la planilla anexa a este artículo, con las observaciones que en cada caso se formulan. Cuando los referidos bienes sean fabricados por empresas beneficiarias del régimen de la ley 19.640, siempre que acrediten origen en el Área Aduanera Especial creada por esta última ley, la alícuota será del cero por ciento (0%)". La baja inmediata apunta a la fabricación de aires acondicionados, televisores, celulares, monitores y proyectores, grabadores y receptores de radio, entre otros artículos.
De esta forma, el Gobierno mantiene el anuncio que hizo la semana pasada el ministro Dujovne, que motivó el reclamo de la gobernadora Rosana Bertone. La mandataria había dicho que la medida implicaría, lisa y llanamente, “la disolución territorial de la provincia”.
La propia gobernadora Bertone anunció en su cuenta de Twitter la firma con “el Gobierno Nacional, la UOM y AFARTE – la Cámara que nuclea a los fabricantes electrónicos de la isla - un acuerdo que deja sin efecto la eliminación inmediata de los impuestos internos a los productos electrónicos que no se fabriquen en Tierra del Fuego”.
En paralelo, en un comunicado, el Gobierno anunció que “el Estado nacional se compromete a enviar al Congreso un proyecto de ley para reducir las alícuotas del impuesto interno para productos como celulares, televisores, aires acondicionados y microondas de manera gradual. El impuesto se reduciría escalonadamente del 10,5% en el 2018 hasta llegar al 2% en 2023”.
Por otro lado, el proyecto también mantiene la iniciativa inicial de crear impuesto del 17 por ciento a los productos azucarados, como las gaseosas. Esa decisión había motivado la queja de las provincias azucareras, como Tucumán y Salta, cuyos gobernadores plantearon que perjudicará a los productores locales.