Las primeras reacciones en el interior del país ante la reforma impositiva anunciada este martes por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no fueron de satisfacción. Todo lo contrario: los cambios fiscales que pretende aplicar el Gobierno desataron bronca en provincias como Tierra del Fuego, San Juan y Mendoza, que se verían particularmente afectadas por la quita de aranceles a la importación de artículos electrónicos y la implementación de un gravamen al vino.
La gobernadora Rosana Bertone trazó un panorama apocalíptico para Tierra del Fuego si se eliminan los impuestos internos para la importación de televisores, monitores y celulares, lo que impactaría directamente sobre el polo industrial fueguino donde se fabrican actualmente todos esos productos. Para la mandataria, esto significaría, lisa y llanamente, “la disolución territorial de la provincia”.
“En los hechos, la aprobación de este proyecto significaría la disolución territorial de nuestra provincia, luego de una política de Estado que se ha mantenido desde 1972, y que de la noche a la mañana intentan destruir”, aseveró la mandataria en un comunicado, donde informó que mantuvo una reunión “de urgencia” con el jefe de Gabinete de la provincia, Leonardo Gorbacz, y a los ministros José Labroca (Economía), Ramiro Caballero (Industria) y José Luis Álvarez (Gobierno y Justicia).
Rosana Bertone, este martes con funcionarios por la reforma impositiva
Bertone calificó la situación como “muy preocupante” y anunció que ya cursó una nota al presidente Mauricio Macri solicitando una “audiencia urgente”. Además, instruyó al ministro Caballero para que viaje a Buenos Aires a reunirse con su par a nivel nacional Francisco Cabrera, a quien le solicitará que “frene de inmediato” el proyecto oficial de reforma impositiva.
“La iniciativa destruye la industria electrónica que representa más del 30% del Producto Bruto de la provincia”, graficó Bertone, y puntualizó también que la iniciativa “contradice la seguridad jurídica que el propio Presidente manifestó defender, atentando contra un régimen de promoción que vence en 2023”.
Para la gobernadora, otras de las consecuencias serán “la generación de conflictividad social en un distrito que ha logrado pacificarse” y “la puesta en riesgo de más 9.600 puestos de trabajo directos, lo que significa uno de cada cinco puestos de trabajo en la isla”.
Según la mandataria fueguina, la eliminación de impuestos internos “no se verá reflejada en el precio que paga el consumidor por los productos”, sino que “por el contrario, generará una rentabilidad extraordinaria en los operadores de telefonía, en el caso puntual de los celulares”.
IMPUESTO AL VINO. El Gobierno pretende avanzar también en la aplicación de una alícuota del 17% a los vinos, champagne y sidras. Apenas se conoció este plan, el ministro de Producción de San Juan, Andrés Díaz Cano, se comunicó con su par de Economía de Mendoza, Martín Kerchner, para emprender acciones conjuntas -también con legisladores provinciales- en defensa del sector vitivinícola. “Estamos frente a una medida inoportuna que afecta en forma directa a toda una industria”, aseveró Díaz Cano, según informó Diario de Cuyo. Kerchner se reunió además con representantes de la actividad.
Quien también rechazó de plano la medida fue el titular del PJ y diputado nacional José Luis Gioja. En un comunicado, el sanjuanino sostuvo que “aplicar impuestos al vino sería devastador para las economías regionales, especialmente de San Juan y Mendoza”, y disparó: “Los funcionarios no tienen ni la más mínima idea de lo que pasa más allá de la General Paz”.
“No vamos a avalar ningún tipo de impuesto que resienta la producción de la principal industria de las provincias de Cuyo, de la que viven cientos de miles de familias. Poner un impuesto al vino perjudicaría a toda la cadena de producción, fundamentalmente a los pequeños y medianos productores, y las consecuencias de una medida como ésta serán la depreciación del precio de la uva nueva, que se está formando justo ahora, y la baja de consumo de vinos, entre otros perjuicios”, explicó Gioja.