“Nadie puede hacer un elogio tan acabado de Milagro Sala como lo hizo Morales”, dijo el periodista Horacio Verbitsky en la presentación de su último libro, "La libertad no es un Milagro", escrito en colaboración con Elizabeth Gómez Alcorta y Alejandra Dandán. La presentación, realizada el día 4 de octubre en la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Florencio Varela) frente a un auditorio repleto, contó con la presencia de Coco Garfagnini, el coordinador nacional de la Tupac Amaru.
Su presentación rompió los esquemas habituales de presentaciones de libros: fue cálida y divertida. La historia de Milagro y la Tupac se contó con imágenes, audios de diálogos imperdibles, videos y el hilo conductor de su relator, que demostró de manera contundente que la detención de la dirigente jujeña y las de otros/as militantes de su organización no sólo fue un hecho gravísimo de violación de derechos humanos sucedido a los pocos días de la asunción de Gerardo Morales al frente de la gobernación de Jujuy y de Macri en la presidencia de la Nación, sino que fue la condición sine qua non para que el gobierno provincial del radical pudiera reestablecer el poder económico y político en una provincia en la que, al llegar a San Salvador (su capital), es la empresa Ledesma -cuyo dueño, Carlos Pedro Blaquier, es uno de los empresarios más ricos de la Argentina- y no la gobernación la que da la bienvenida a sus visitantes.
"Cuando detuvieron a Milagro, yo tuve la impresión de que, si era posible detener de manera arbitraria a la líder social más importante, es posible hacerle eso a cualquiera: ocuparse del tema era ocuparse de la salud de la democracia argentina", dijo Verbitsky.
El 1 de marzo de 2016, el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) viajó a Jujuy y, al subir al avión, se dio cuenta de que compartía el vuelo con Morales, que se había negado en varias oportunidades a concederle una entrevista. Si bien su plan era entrevistarlo durante el vuelo, al darse vuelta vio que Morales estaba durmiendo. “Me di vuelta varias veces más y me di cuenta de que no estaba durmiendo, se estaba haciendo el dormido", contó el autor. Una foto que ilustra esta nota testimonia esta situación.
“Sin embargo, cuando no tiene más remedio que despertarse" porque habían llegado a destino, se produce un diálogo imperdible entre Verbitsky y el gobernador que está relatado en las primeras páginas del libro:
V: -¡¿Hasta cuándo piensa tener privada de la libertad ilegalmente a Milagro Sala?!
M: -Ése no es un tema que maneje yo.
V: -Vamos, gobernador, hablemos en serio.
El diálogo, tenso, transcurrió durante algunos minutos. Entre sus pasajes más desatacados, se puede escuchar que, ante los argumentos fundamentados por Verbitsky, donde expone el cúmulo de arbitrariedades y aberraciones jurídicas que dan lugar a una detención ilegal, Morales decide responder como único argumento válido: "Se han robado todo". Entre los señalamientos se encontraban la designación del yerno de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia jujeño y ex abogada de Morales, Titina Falcone, para llevar la causa por parte de una diputada radical a cargo del Tribunal; el aumento del número de jueces de la corte provincial de cinco a nueve, algo que ya había hecho Menem en la Nación, aunque le había llevado un año y a Morales una semana; la habilitación de la feria fuera de horario y la firma de la orden de detención en la madrugada. Éste es sólo el comienzo del itinerario de irregularidades descripto en el libro.
Si bien la corrupción se presentó como el motivo por el cual, pese a todas las arbitrariedades, se mantenía detenida a Sala y a sus compañeras/os, son muchas las expresiones que indican motivos más profundos e inconfesables, aunque, como relata y detalla el autor en su libro, fueron confesados.
El ex presidente del Comité Nacional de la UCR Ernesto Sanz, por ejemplo, además de decir frases tan memorables como "la asignación universal por hijo se va por la canaleta de la droga y del juego", confesó que, "Si Morales no hacía lo que hizo, no iba a poder gobernar, porque en Jujuy gobernaba un Estado paralelo".
¿Pero cuál era ese Estado paralelo? Para dar cuenta de ello, V. no sólo se remite a lo que él considera los mejores "elogios" expresados por Morales hacia Milagro, sino que el libro da cuenta de cada una de las transformaciones logradas por esa organización en la provincia.
A partir de un pedido de informe presentado en el Senado de la Nación, Morales escribe, entre otras cosas:
- Que Sala, "para conseguir recursos recurre a la protesta y nunca participa en consejos consultivos, ni en espacios formales de solicitud". Es decir, existe una fuerte organización de la sociedad para pedir por sus derechos;
- Que "logró poner en agenda pública la ley de reforma edilicia, aun con la negativa del entonces gobernador y de las organizaciones profesionales del sector" y que "las formas de acción son la lucha por los intereses de los sectores más desprotegidos, la presión al gobierno, la movilización en espacio público, la incidencia para la promulgación de una ley y la amenaza del uso de la violencia". Es decir, logró conseguir la discusión de una ley que cambiaría la vida a miles de personas que tenían fuertes déficits habitacionales, a pesar de los intereses económicos de sectores concentrados del poder provincial;
- Que "el espacio político que las organizaciones ocupan, gracias a su relación con el Gobierno nacional, trae consecuencias en las políticas provinciales". Es decir, se logró romper el monopolio del bipartidismo, al lograr con Néstor Kirchner puentear el bloqueo del sistema político oligárquico de la provincia;
- Que "su poder de presión es una suerte de contrapeso relativo de los poderes económicos en la práctica política: por ejemplo, los gobernadores ven los reclamos sociales como excusa para negociar mejor frente a los actores más influyentes de las políticas locales". Es decir -y esto es de un extremo imperdonable para el establishment económico y político-, deben subordinar sus intereses a un movimiento político y social que pugna por lograr mejoras para una sociedad históricamente subordinada por ese poder;
- Por último, Morales afirmó, respecto de Milagro, que "sus éxitos, y las formas de acción y gestión, provocan el activismo de otros grupos y líderes". Es decir, dijo Verbitsky en su presentación: "Milagro es contagiosa. Eso es algo que no se puede perdonar y por eso está donde está".
Y aquí llegamos a uno de los puntos neurálgicos del libro de Verbitsky: es necesario poner en marcha una nueva revancha clasista, machista y racista, porque es imperdonable que aquellos que eran subordinados hayan logrado derechos que antes eran privilegios reservados para las clases adineradas de la sociedad jujeña.
El libro enumera y muestra en fotos cómo se logró subvertir por algunos años ese orden: los planes de vivienda y la formación de cooperativas de trabajo a partir de las cuales muchas personas que en 2003 permanecían sin trabajo accedieron a un salario, a un trabajo y a un uniforme de trabajo que las identificaba, construyeron sus viviendas y piletas a las que de niños habían soñado acceder, pero les era prohibido (cuando Milagro era niña la habían echado de una pileta por "negra"). De una organización de protesta, la Tupac se había transformado en una organización de soluciones (más rápidas, baratas y con recuperación salarial). Pero, además, por medio de una ley de reparación de obras públicas habían logrado avanzar en construir escuelas y pavimentos, lo cual perturbó claramente el esquema de negocios provincial vinculados a la obra pública.
El libro expresa cómo se habían cruzado los límites económicos, políticos y culturales impuestos por una elite conservadora logrando una fortaleza que había que derrumbar por medio de la detención ilegal e inhumana de sus principales líderes.
Hoy, Milagro se encuentra sometida a nuevas arbitrariedades. Entre ellas, es obligada a salir a su balcón en tres momentos del día y saludar a los gendarmes, para demostrar que sigue allí. Todos los días se levanta con un piyama que se hizo grabar con la foto de Santiago Maldonado y la leyenda "Aparición con vida". Ante esta nueva violencia, ella encontró una manera digna de cumplir: sale a su balcón y desde lo alto saluda a los gendarmes: "Buen día. ¿Dónde está Santiago Maldonado?". Esta acción le valió el pedido de revocación de la prisión domiciliaria, inaugurando una nueva etapa en la serie de irregularidades y violencias que vienen ejerciendo sobre ella desde hace más de 600 días.
Fotos: Gentileza UNAJ.