El primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires del frente "1País", Felipe Solá, consideró que no es imposible reunificar el peronismo. "Depende de la voluntad política que se tenga", dijo y advirtió que "no son irreconciliables las posiciones" de las distintas corrientes.
"Depende la grandeza de la inteligencia que se tenga. No son irreconciliables las posiciones. Depende de la voluntad política que se tenga. ¿A dónde se quiere llegar con la Argentina? La cuestión es programática para hacer al país peronista a través de una oferta. Si cada uno sigue pensando que es presidenciable, y no lo es, es un problema", enfatizó Solá.
El ex gobernador es una palabra autorizada en materia de rupturas y escisiones del peronism porque en la última década las protagonizó todas: en 2009 enfrentó al gobierno peronista de Cristina Kirchner con una alianza que reunió al también peronista rupturista Francisco De Narváez y al hoy presidente Mauricio Macri, cabeza de un gobierno que Solá suele cuestionar con dureza. Y en 2013 siguió al ucedeísta devenido peronista rupturista Sergio Massa, que armó el Frente Renovador para enfrentar al peronismo oficialista en las elecciones legislativas de ese año. Este año, el secretario de Agricultura de la presidencia Menem casi deja el FR para irse con el ex ministro del Interior Florencio Randazzo.
Frente a las propuestas de reunificación que surgen de sectores peronistas que trabajan en el armado del post kirchnerismo, Solá, acaso cansado de ir y venir, hace un guiño a la unidad, aunque aclara que el movimiento tiene una grieta. "Hoy hay dos peronismos: (el de) los que creen que todos los problemas los trajo Cristina y (el de) los que creen que si no están dentro del kirchnerismo son unos reaccionarios que cooperan con el sistema".