En el comando massista de Tigre celebraron este viernes el éxito de su plan de contención. Enredados en versiones de un pronto salto al armado que encabeza el ex ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo, los diputados Felipe Solá y Facundo Moyano dejaron buenas señales a su hasta ahora jefe político, Sergio Massa, a quien le juraron fidelidad. Al menos, hasta que el mapa electoral empiece a cristalizarse.
Mientras su retorno orgánico al PJ bonaerense como primer candidato a diputado nacional de una boleta con Randazzo a la cabeza parecía consolidado, Solá se entregó a uno de los juegos que mejor juega Massa: responder a las especulaciones con una foto que pueda circular por diarios, portales y todas las redes sociales. El ex gobernador y el ex jefe de Gabinete se dejaron retratar juntos en Merlo, un punto caliente del conurbano bonaerense. Un conurbano en el que, de sostenerse unidos, los podría volver a encontrar juntos en una lista del Frente Renovador (FR), como hace cuatro años.
“Yo estoy en este espacio hace siete años. Hemos construido una fuerza política y la figura de Sergio Massa es muy importante. Yo tengo muchos años en la política y estoy en el Frente Renovador”. La textual, según declaraciones difundidas por el equipo de prensa del FR, corresponde a Solá. En esas líneas, explican, se lee el compromiso de no abandonar el barco massista ni de sucumbir a los cantos de sirena que buscan seducirlo desde el bunker randazzista del Palacio Raggio.
Los diputados nacionales se mostraron juntos en un club del barrio Los Aromos, en Merlo, desde donde reforzaron la campaña massista con fuerte presencia en redes sociales, #BajemosLosPrecios.
Al gesto de Solá, Massa sumó el de Facundo Moyano. Otro de los miembros de su espacio –y de su bloque en la Cámara de Diputados- a quien se empezaba a identificar como uno de los tentados por Randazzo para integrarse a su armado. “Nunca estuvo en discusión mi salida del Frente Renovador. Nunca especulé con irme”, aclaró el ex titular del sindicato de empleados de peajes.
Más contundente que Solá, Moyano se presentó como “un dirigente del peronismo en el Frente Renovador”, dijo que no está dispuesto a “discutir el peronismo con (Amado) Boudou, con (Luis) D'Elia, ni con Máximo Kirchner” y, sobre Randazzo, aclaró que el ex funcionario kirchnerista “va a disputar una interna del Frente para la Victoria (FPV) y es una definición que ha tomado”. “Es natural que dispute una interna en ese espacio, pero nosotros estamos en otro lugar”, cerró.
“Con lo de Felipe y lo de Facundo ya está, se terminó el ruido Randazzo”, graficó un cercano colaborador de Massa. Esa es la sensación que intentan instalar hacia el interior del FR, para que el plan de contención resulte lo menos trabajoso posible.
Hasta ahora, Massa ya perdió al operador político y también ex jefe de Gabinete del kirchnerismo, Alberto Fernández, quien se hizo cargo de la campaña electoral de Randazzo. También al diputado nacional Héctor Daer, quien formalizó su salida del massismo armando un monobloque en la Cámara baja. El triunviro de la CGT es ya un operador randazzista en el universo sindical y lo definió como “el mejor candidato que tiene el peronismo”.
Mientras tanto, Massa se mantiene abrazado a la estrategia de dar la pelea político desde abajo del ring. Hace meses que su presencia mediática oscila entre lo escaso y lo nulo. “Vamos a seguir ausente de la lógica de polarización”, sostienen, interpretando el escenario que, dicen, buscan instalar los medios masivos para mejorar las chances de Cambiemos en las PASO de agosto y las legislativas de octubre.