El salvataje económico a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien recibirá 25.000 millones de pesos para compensar pérdidas en la provincia de Buenos Aires, tiene como antecedente el decreto firmado por el presidente Mauricio Macri hace un año, cuando duplicaba la coparticipación correspondiente a la Ciudad.
En una de las primeras medidas de su gestión, Macri llevaba esa alícuota del 1,40% al 3,75%, bajo el argumento del traspaso de la Policía Federal. Aquella decisión le costó un fuerte enojo de los gobernadores peronistas con rojo fiscal en sus provincias.
“Macri habla mucho de federalismo, pero es unitario”, denunciaba el mandatario pampeano Carlos Verna, mientras que el salteño Juan Manuel Urtubey planteaba que el aumento de la coparticipación “debe tener su correlato en las provincias”.
También se había expresado la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, quien advertía que “son más de 15 mil millones de pesos para la Ciudad, de los que sobrarían más de 6 mil millones de pesos si la razón fuera solventar la transferencia de la Policía Federal a la Ciudad”.
De todos modos, los fondos que ahora recibirá Buenos Aires –que compensarán la mitad de lo que la provincia pierde por el congelamiento del Fondo del Conurbano- no saldrán de la masa coparticipable, sino del Tesoro nacional, por lo que el giro no afectaría las arcas provinciales.
Lo cierto es que más allá de la restitución del 15% de coparticipación a las provincias dispuesta por Macri, la sanción de una ley para fijar el reparto de fondos de la Nación está pendiente desde la reforma constitucional de 1994, por el desacuerdo histórico entre los gobernadores.