No arrancó de la mejor forma el Operativo Sol 2017 para el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Días después de la puesta en marcha oficial de este despliegue policial en los principales centros turísticos de la provincia, se produjo una violenta batalla campal en una fiesta multitudinaria que se desarrollaba sin autorización en una playa de Villa Gesell. Allí, grupos de jóvenes se cruzaron, arrojándose botellas y piedras que provocaron roturas de vehículos y daños en viviendas aledañas. Ante esto, efectivos de la Policía Antimotines intervinieron reprimiendo con balas de goma y gases lacrimógenos.
Dispersado el tumulto que se desencadenó a las cinco de la madrugada del 1 de enero, los uniformados detuvieron a una veintena de adolescentes. Según detallaron voces del lugar, el evento realizado en el parador El Náutico no contaba con ningún tipo de autorización municipal, y terminó con jóvenes bailando a la madrugada en la intersección de calle Buenos Aires y la playa, un punto neurálgico de la ciudad.
En tanto, el intendente local, Gustavo Barrera (FpV), minimizó el hecho al asegurar que no se trató de una batalla campal, sino que "hubo 20 inadaptados que fueron detenidos". Sin embargo, el jefe comunal admitió que "hubo en esa zona alrededor de 10 mil personas o más", mientras que calculó que "en toda la Costa (Atlántica), la cantidad de gente que recibió Año Nuevo en la playa" rondó "las 30 mil personas".
En declaraciones a radio La Red, Barrera expresó: "Hubo unos 20 inadaptados que fueron detenidos, alguna lesiones leves, por el cruce de botellas porque empezó así la pelea que se produjo". "Pero son algunos inadaptados que, en vez de venir a disfrutar, vienen a provocar y lamentablemente empañan el recibimiento del año".
"Lamentablemente, en esa zona de avenida Buenos Aires y playa, hubo incidentes que llevaron a la intervención de la Policía pero, en realidad, desde el Municipio habíamos armado el recibimiento del año en el muelle, donde había un juego de luces", puntualizó.