Un informe sobre la concesión del Cerro Catedral en San Carlos de Bariloche demuestra el cortocircuito entre dos colosos del mundo empresario. Por un lado, el Grupo Clarín, con un duro texto sobre la explotación del espacio que convoca a turistas de toda la región y, por el otro, la familia Trappa, que busca adueñarse, por medio siglo, de la joya turística más preciada en la Patagonia. De fondo, una larga fila de dirigentes que afianzaron relaciones con una de las firmas más rentables del país.
El ofrecimiento para extender el dominio que permite explotar por otros 50 años uno de los centros de esquí más visitados de Sudamérica (le restan 10 de licencia), por parte de los actuales concesionarios, a cargo de Catedral Alta Patagonia SA (CAPSA), pone bajo la lupa al intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, del espacio político que lidera el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro). Con un desembolso cercano a los 50 millones de dólares, la empresa ligada a la familia Trappa (propietaria de la empresa de transporte Vía Bariloche) busca manejar sin reparos un espacio insignia de los barilochenses.
CAPSA, como describen sus autoridades, tiene más de 70 años “de experiencia en la prestación de servicios, espacios e infraestructura relacionados a diversas actividades de montaña, especialmente los deportes y entretenimientos de nieve” y tiene a cargo “la concesión de todos los medios de elevación que operan en el Cerro Catedral, dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, al noroeste de la Patagonia argentina”.
La iniciativa privada que se presentó hace unos meses (que incluye la inversión millonaria en dólares) movilizó a todas las fuerzas opositoras, generó preocupación por el avance de un proyecto que se cocina a fuego lento y es la causa de pelea de dos gigantes. La incursión de los Trappa en medios de comunicación, en clara sintonía con la gestión de Weretilneck, no fue gratuita. El diario Río Negro, histórica publicación de la norpatagonia a la que se vincula con el Grupo Clarín, publicó una serie de artículos sobre una supuesta defraudación a la administración pública por parte del actual secretario de Medios de la provincia, Guillermo Campetti. Esta semana, el informe en Clarín demostró el nexo entre el poder de turno y la empresa para adueñarse “de unas 70 hectáreas” en las que “planifican desarrollar emprendimientos inmobiliarios y una cancha de golf”.
TERRITORIO. En General Roca, el segundo distrito electoral rionegrino –detrás de Bariloche–, se instaló el portal informativo ANR (Agencia de Noticias Roca), parte del conglomerado que surgió tras la compra de ANB (Agencia de Noticias Bariloche) y la creación del Grupo AN Medios. En plena expansión, el plan de los Trappa, según marca la hoja de ruta que comenzó en la cordillera y llegó al Alto Valle, sería desembarcar en Viedma. Eso representa competencia para la familia Rajneri (diario Río Negro) y todo el campo comunicacional bajo su dominio que alcanza la zona atlántica, los valles, la región andina y parte de Neuquén.
Los Trappa siempre fueron objeto de deseo para todos los candidatos que llegaron a Bariloche. Muy cercanos al kirchnerismo en los tiempos de gobierno Nac & Pop, entendieron que Weretilneck era la mejor opción en el mano a mano con el cacique peronista Miguel Ángel Pichetto. Pero la relación, cuenta la historia, entre el conductor de Juntos Somos Río Negro y la empresa se forjó cuando Alberto era intendente de Cipolletti. Esa sintonía fina, sumada a la notable influencia en los negocios, les dio poder para buscar por medio siglo más la explotación del Cerro Catedral.
El centro genera una cifra cercana a los mil millones de pesos por temporada invernal. En cuatro meses (julio, agosto, septiembre y octubre) un poco más de 600 mil personas disfrutan de los circuitos. Alrededor de 50 negocios (escuelas de esquí, alquiler de ropa, kioscos, restaurantes) promueve una cifra que alcanza, en buenos tiempos, los 500 mil pesos por temporada. El lobby comenzó hace unos meses, a finales de mayo, cuando Catedral Alta Patagonia S.A. (CAPSA) presentó una iniciativa privada. Según fue descripto en un comunicado oficial del municipio, el proyecto “apunta a lograr una ventaja en un futuro llamado a licitación para la concesión del Cerro” que vence en el año 2026.
AVANCES. Una vez que ingresa la iniciativa privada en la Comuna, se dispone la admisibilidad o el rechazo de la misma. Si el jefe de Gabinete define que la propuesta es admisible, pasa a ser tratada por una comisión evaluadora de la que participan tres funcionarios políticos del ejecutivo y un concejal. “No hay actores que no se hayan pronunciado en contra. La junta vecinal de la Villa Catedral, la Cámara de Turismo (reúne enorme cantidad de asociaciones), las escuelas de Esquí, la Asociación de Hostal. Hasta el PRO y el FpV están unidos”, explicó el concejal del Frente para la Victoria (FpV) Daniel Natapof a Letra P, en similar postura a las declaraciones de su par macrista Daniel González, que había denunciado “un negocio escandaloso”.
El proyecto de CAPSA, que tanto rechazo provoca, prevé “la instalación de nuevos medios de elevación que duplicarían la capacidad actual y ampliaría el área para la práctica del esquí”. Como contrapartida, solicita la ampliación del contrato o, en su defecto, generar un procedimiento por el cual sea reconocida la inversión a cambio de una gestión diferente a lo que es el contrato de concesión.