A menos de 24 horas de la sesión en la que el PRO planea aprobar definitivamente la sociedad del estado Agencia de Bienes, el Frente para la Victoria aún sigue con cavilaciones pero el oficialismo confía en encauzar la negociación y mantener el acuerdo del año pasado.
El bloque amarillo comenzó el miércoles con la esperanza de contar con todo el apoyo kirchnerista, pero en horas del mediodía la ilusión se diluyó. Como prueba de esto, se evitó pedir el tratamiento de la iniciativa durante la reunión de labor parlamentaria.
No obstante, la conducción del bloque mayoritario del recinto porteño no baja los brazos y advierte que la discusión sigue en pie.
Hasta ahora, la mayoría de los cambios exigidos por el kirchnerismo fueron avalados por el macrismo. Esa es una de las razones por la cual un sector del bloque no entiende porque todavía continúan las “dudas” en un grupo de legisladores.
Un puñado de diputados kirchneristas le comunicaron este mediodía al jefe de bloque, Carlos Tomada, que no “estaban dadas las condiciones” y mantenían su posición de votar negativamente el expediente, a pesar de haber acompañado la primera sanción. Al tiempo que coincidieron con los últimos cambios ofrecidos por el PRO, manifestaron que la desafectación de parte del Tiro Federal no era de su agrado. El planteo no fue hacia el presidente de la bancada, sino que se trató de un tiro por elevación para quienes votaron afirmativamente la primera lectura durante el 2015.
Si la “liga rebelde” del bloque del FpV no estaba absolutamente convencida de avalar la Agencia de Bienes, la decisión del bloque SUMA + de retirar el respaldo al proyecto terminó de aclarar las cosas. Este grupo de kirchneristas teme ser señalado como parte integrante de un eventual “Pacto PRO – K”, que desde hace días es instalado por las fuerzas políticas de izquierda.
Quienes conducen el bloque oficialista se fueron a dormir el martes por la noche con la tranquilidad de que el último cambio reclamado por el kirchnerismo “alcanzaba” para garantizar los 12 votos en la sesión del jueves. No tomaron en consideración que desde hace días que la oposición, incluidos los sectores más dialoguitas, repiten que la ley es "inconstitucional" porque saltea al Parlamento y lo deja afuera de las decisiones sobre el futuro de los bienes inmuebles porteños.
Lo último que avaló el macrismo fue que el plan anual de inmuebles a enajenar, además de pasar por la Legislatura, sea girado a las comunas para una discusión más amplia. De todas formas, ese debate no es vinculante por lo cual tendría incidencia cero en la posterior venta de bienes.
Apenas terminó el encuentro para decidir los temas de la sesión, Carmen Polledo, Francisco Quintana, Alejandro García y Agustín Forchieri se reunieron de urgencia para encontrar la manera de insertar el tema en la sesión de este jueves. Por ahora, todo indica que el expediente se presentaría sobre tablas. De todas formas, a pesar de que ya adelantaron el voto negativo, los diputados radicales y de la Coalición Cívica ya recibieron llamadas para volver a discutir la situación.
“Si cambian la ley, hablamos. Así como está no se puede votar. Tienen que hacer muchos cambios o armar una ley nueva”, contó a Letra P un legislador de SUMA+.
Hace 15 días, el propio Horacio Rodríguez Larreta pidió avanzar con la Agencia rápidamente y aprobarla antes de que termine el mes de abril.
En el Gobierno porteño piensan en el jueves 7 de abril, pero también en el miércoles 13, el día que el juez federal Claudio Bonadío citó a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por la venta de dólares a futuro.
El PRO teme que la relación con el kirchnerismo porteño, principal garante de las leyes de 40 votos, se quiebre luego de esa fecha. “Es ahora o nunca”, repiten en la administración de Larreta.